T.A.

Puede convertirse en la imagen de esta promoción. Juan Carlos Valerón reunió a sus compañeros en el centro del campo, pidió la palabra y se dirigió de manera magistral a todos los componentes: "Ahora vamos a descansar, porque esto no nos vale, queremos el ascenso. Y sabemos lo que tenemos que hacer". El Flaco se puso en ese momento galones de capitanía. Sabedor de que la celebración del día en El Molinón es incompleta. Sus compañeros le aplaudieron antes de acudir a una de las esquinas del Molinón para celebrar con el centenar de amarillos la gesta lograda.

"La euforia hay que contenerla", comentó Valerón, porque "esto es un paso, no un ascenso" (...) "Llegamos a esta eliminatoria sabiendo que lo que había ocurrido atrás no valía. Nos hemos mentalizado para que la euforia no pueda con nosotros. He pedido estar centrado para el momento decisivo, porque tenemos que volver a repetir en una semana lo que hemos hecho en esta misma eliminatoria".

"La oportunidad para el ascenso es bonita", añadió más tarde el Flaco. "Si estamos al nivel de esta eliminatoria podremos alcanzar el objetivo. En este nivel de concentración e intensidad, además de la actitud de todos, podemos firmar algo importante".

Aceptó estas palabras en los micrófonos de UDRadio su compañero Nauzet Alemán, que ha tenido un extraordinario protagonismo en esta parte del calendario. "El ascenso lo queremos todos, estamos luchando por él. Reconozco que la temporada que me ha salido no ha sido lo mejor. Lo disfruto con mi gente y pido disculpas a la afición porque no hemos logrado antes lo que queríamos. Pero vamos a darlo todo como hemos hecho en esta eliminatoria para devolver a Las Palmas a la Primera División".

Nauzet fue uno de los triunfadores de la tarde asturiana. Acabó coreado por los integrantes de la esquina canaria del Molinón. Javi Castellano, que compartió titularidad y los 180 minutos de la serie, reconocería que "el Sporting nos ha hecho trabajar muchísimo, especialmente en la primera mitad, pero luego el equipo ha estado esperando su momento hasta que apareció Asdrúbal, que siempre está con la caña preparada".