
El doctor Ramos Gordillo ofrece una amena charla en la lucha contra el dopaje, que contó con el apoyo de Gómez Bastida, director de la Agencia Española de Protección de la Salud
M. B.
La causa de la Agencia Española de Protección de la Salud no es excluyente; quiere envolverlo todo. Reside en la protección de los tres preceptos olímpicos e incorpora su propia esencia: proteger al más limpio. Enrique Gómez Bastida, su nuevo director desde el pasado mes de febrero, está en Gran Canaria para ayudar a exponer esta cruzada que viaja en el tiempo hasta las profundidades de la propia Humanidad. "La trampa en el deporte es una forma más de corrupción", dijo este martes a la audiencia que estuvo presente en el Centro Cívico de Carrizal de Ingenio, donde el doctor Antonio Ramos Gordillo -responsable de la Comisión Antidopaje de Canarias- ofreció una conferencia magistral dirigida a todos los deportistas de Gran Canaria, pero centrada casi en exclusiva para los federados de lucha canaria porque fueron éstos -bregadores y dirigentes- los que ocuparon los asientos de la sala.
De este hecho, Chano Suárez -concejal de deportes de Ingenio- como anfitrión de tan singular jornada, lamentó que practicantes de otros deportes no acudieran a la sesión pues "no están aquí porque no quieren", habida cuenta de que habrían sido invitados. Gómez Bastida, que no ocultó su sorpresa por el calado que posee la lucha canaria en el panorama deportivo del Archipiélago, consideró a los practicantes del deporte vernáculo como deportistas de élite, "igual que el resto y por ello merecen ser controlados como el resto con un doble fin: la salud y la ética deportiva".
El director de la AEPSAD recordó con ello que es responsabilidad del deportista el respetarse a sí mismo, a los rivales y a todo el que crea en la limpieza del deporte. "Porque en eso consiste el juego limpio".
La posterior conferencia de Ramos Gordillo resultó dinámica y con un profundo contenido en el que buscaba la sensibilidad de su audiencia. Se congratuló el doctor porque vio en la sala un número importante de jóvenes luchadores en los que dejar la semilla que importaba en su exposición. Explicó, en primer término, que los controles antidopaje se había reanudado en Gran Canaria como primer escenario (en alusión a la luchada final de la Liga insular entre Adargoma y Agüimes) porque así se propició en aquel momento. "No hubo intencionalidad; todos son iguales para nosotros".
Recordó más tarde que el Antidopaje se introdujo en la lucha canaria hace ya 23 años "por petición de los propios luchadores" de la época pues ya entonces "ellos veían cosas raras". Desde ese momento, se detectaron 27 positivos que desgranó parcialmente. 11 de ellos fue a causa de esteroides (42,3%) y "alguno logró escaparse por la ventana".
"Muchas muertes súbitas de deportistas tienen que ver con el uso de estimulantes"
Había hecho antes un recorrido a través de la historia, localizándolo en el movimiento olímpico en 1904 cuando Thomas Hicks, en los Juegos de San Louis, potenciaba su capacidad competitiva con un cóctel dopante del alcaloide estricnina y coñac porque "cualquier cosa valía para poder ganar". Se refirió al arte del dopaje como generador de una cultura confusa refiriéndose a personajes como Popeye (con las espinacas milagrosas) o a Asterix y Obelix (pócimas especiales) que no podrían ser referentes de esa lucha, a pesar de la popularidad. "Luchar contra el dopaje, en cambio, también es hacer cultura". De ahí que basara en su exposición en la necesidad de "saber más -estar más informados- para sufrir menos".
En su afán de utilizar la información como herramienta contra el dopaje, el doctor consideró como un momento vital en esta cruzada en pos de la limpieza el 13 de julio de 1967, con la muerte del británico Tom Simpson cuando ascendía en el Tour de Francia el Mont Ventoux. "Muere en plena carrera por una ingesta de anfetaminas". El siguiente paso, tras el grave suceso, se produjo en los Juegos de 1968, en México, donde ya "el Antidopaje es una práctica" paralela a las actuaciones deportivas.
Ramos Gordillo ofreció su peculiar visión a graves sucesos individuales que han sido portadas en los últimos años en diversas especialidades deportivas. "Muchas muertes súbitas de deportistas tiene que ver con el uso de estimulantes", aseguró.
El doctor mantuvo la atención de su audiencia con su fácil y sencillo discurso. Y también se miró a sí mismo. "Soy como un extraterrestre. Espero que cuando acuda a un terrero me reciban bien", recordó porque ha detectado sentimientos contradictorios en la vuelta del Antidopaje a la lucha canaria. "Puede ser controlados todos e, incluso, he recibido mensaje de gente que nos expresa su deseo de ser controlada. Esto es un ejercicio de salud, de ética y de igualdad en el juego limpio".
Ilustró todo este contenido Ramos Gordillo con dos figuras mundiales que han cautivado su argumentario, para fortalecer su mensaje en especial a la joven audiencia. Las últimas declaraciones de un campeón de leyenda como el golfista Severiano Ballesteros, cuando aún luchaba por superar su grave enfermedad: "Él, que lo ganó todo, acabó diciendo que nuestro máximo patrimonio es la salud" y no el éxito. Y también mostró el antes y el después de una de sus recientes 'clientes', la triatleta danesa Camilla Perdersen, que siete meses antes de ganar una prueba estuvo en coma inducido. A causa de un accidente "Comenzó arrastrándose, luego se levantó, empezó a caminar, a correr y luchó por volver a ser campeona. Y demostró que se puede jugar limpio y se puede ganar".