
Apoño se reencuentra con Figueroa Vázquez, el colegiado que propició su más cara expulsión: seis partidos
B.P.
Apoño ya sabe lo que es marcar en las redes del Tenerife, porque lo hizo en 2009-10 con el Málaga, en La Rosaleda "cuando luchábamos por la permanencia". "Mis deseos de ganar son siempre iguales, no porque se trate del Tenerife en este partido. Venimos de jugar un buen encuentro y con deseos de satisfacer a nuestros aficionados", dijo.
El jugador mide bien su actuación desde que el colegiado Figueroa Vázquez le expulsara en el Miniestadio, con delicadas consecuencias para él. Ahora vuelven a verse en un terreno de juego. "Tengo olvidado y tengo que olvidar al árbitro (Figueroa Vázquez). Estaremos atentos al balón, no al árbitro. Esperamos que tome decisiones sin fallos, que no cometa errores que perjudiquen a ninguno de los equipos", expresó.
Apoño está en manos de los cuidadores del club pero no ve motivos para no estar en el once titular del derbi. "Tenía molestias pero no tendré problemas para jugar el sábado". Para él es un partido que le trae recuerdos porque "jugué muchos Málaga-Sevilla, que es un gran derbi. Los clásicos comienzan desde principio de semana hasta la hora de los partidos. Y luego siguen jugándose. Los derbis son bonitos para ganarlos, porque quien los pierde se les queda cara de bobo"
"¿Favoritos?. Si vas delante en la clasificación tendrías que ser favorito. Pero en los derbis están igualados todos. Allí supuestamente éramos favoritos (en la ida) y nos expulsaron a Mariano y vimos un partido diferente y en desventaja", añadió. "Si ganamos nos miramos a nosotros mismos, más que a ellos. Tenemos el objetivo del ascenso directo cerquita y no podemos perder la esperanza. Debemos pegarnos arriba lo más posible, por eso necesitamos los puntos"
Está deseoso de encontrar un Gran Canaria como no ha visto en su estancia en la Isla: "Con el campo lleno la afición nos llevará en volandas. Los chavales del equipo han de estar más tranquilo que nunca", recomendó.