El portero Pablo Varela, lesionado por una 'patada invisible'
06/12/2013

El jugador argentino pasa por el quirófano tras sufrir un extraño hematoma intramuscular con infección

B.P.

"Una mañana me levanté y tenía el tobillo hinchado y dolorido, como si me hubieran dado una patada tremenda. Pero no había nadie. Fue una cosa muy extraña". Así nos relata Pablo Varela cómo comenzó la rara lesión que le ha llevado al quirófano esta semana y que le ha impedido jugar los dos últimos encuentros frente a Unión Viera y este sábado contra el Vecindario. El portero argentino del Santa Brígida, la pasada temporada en las filas de Las Palmas Atlético, ha sido víctima de un inhabitual caso con hematoma intramuscular que le tendrá inactivo durante varias semanas más.

"El día del Viera, Pablo tenía unas molestias en el tobillo y se había decidido que jugara Salas. Hablé con él mientras realizaba el calentamiento", relata el técnico Maxi Barrera, "y nos percatamos que estaba tiritando. Tenía fiebre y en ese momento decidimos que fuera a la consulta de un médico porque todo era muy extraño".

Pablo acudió a la Clínica Santa Catalina donde hizo noche hospitalaria con un primer tratamiento para rebajar la inflamación de su tobillo y la fiebre (imagen de la derecha). "Pensaron en un primer instante que se trataba de la picadura de un insecto o algo similar. Pero no podíamos comprender cómo tenía los síntomas de un esguince sin haberlo padecido", indica el jugador. "Esta semana hemos acudido a la consulta del doctor Juan Suárez, que fuera jefe de los servicios médicos de la Unión Deportiva Las Palmas. Nos ha dicho que es un raro caso de hematoma intramuscular, que derivó en una infección. Una vez que se ha rebajada la inflamación, se ha procedido a abrirme y hacer una limpieza interna. Ahora estoy con puntos de sutura y en espera para recuperarme. El susto, por suerte, ya ha pasado".

La hipótesis que los doctores le brindan a Varela es que se trata de una lesión presumiblemente producida por el abundante contacto con el balón, a través del golpeo o por los golpes recibidos. Aunque posiblemente no se sabrá la causa exacta del por qué derivó de aquella manera.

Pablo, que es natural de San Carlos de Bolívar en Argentina, asume con paciencia los días venideros, en espera también de la llegada de sus padres para pasar en las islas las Navidades.

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