M.B.

Mauro Quiroga lleva grabado a fuego la garra del club de procedencia: Gimnasia y Esgrima, el Lobo de Concepción de Uruguay. Es ahora uno de los refuerzos del Glorioso Alavés, el próximo rival en la Liga de la UD Las Palmas. Anda ansioso el ariete, con deseos de debutar tras su paso por el banquillo en la primera jornada. Y el azar puede llevarle a contemplar en su estreno oficial en Mendizorroza el escudo del equipo al que sigue amando, porque Gran Canaria es su casita en la otra orilla.

Quiroga estuvo a punto de volver este verano a la Unión Deportiva, luego de que el club grancanario reflexionara y cambiara la decisión de su marcha en 2011. Pero la comisión técnica no tuvo la unidad al no ser su nombre de las preferencias del entrenador Sergio Lobera. Mayor fue la opción elegida para el vigente ejercicio.

El argentino sabe sufrir y aprende de los contratiempos. No regresar a la Isla abrió la puerta de Vitoria. La pregunta de Tinta Amarilla era obvia: ¿Se ve incompatible con el juego que ha desarrollado la UD Las Palmas?. La respuesta de Quiroga, para enmarcar: "Ningún futbolista puede sentirse incompatible en equipo alguno. Es una cuestión que está en la filosofía del cuerpo técnico, no del jugador. El entrenador es quien elige a los jugadores que va a utilizar y eso debemos comprenderlo, aunque también es verdad que en el fútbol hay muchos cambios. Una idea también puede variar. Pero", prosigue, "yo me veo igual en todos los equipos. Siempre hago las cosas que me corresponden lo más fácil posible. Sé que no soy Messi, pero sí un jugador rentable. Conozco bien mis cualidades y las trato de aprovechar en el terreno de juego. Me ha ido bien; en mi vida manejo las cosas de esta manera, con sencillez y eficacia".

"Salimos a competir con la idea de protegernos bien y aprovechar nuestras ocasiones"

Y con esa idea quiere triunfar en el Alavés, dejando tan buen sabor de boca como en la UD Las Palmas y, más tarde, en el CD Lugo. Aunque en el cuadro gallego tuvo una etapa condicionada por una aciaga lesión producida frente al Córdoba. "Estoy ya al ciento por ciento, aunque el futbolista lo puede sentir así cuando tiene una continuidad en su fútbol. Esto lo da la constancia en el juego. Yo estoy deseando tener mi oportunidad en el Alavés. Mis ganas de jugar son muy grandes", insiste.

Dos goles de Quiroga a la Ponferradina fue el regalo final de la pasada temporada a una afición grancanaria a la que se siente especialmente unido. Mauro anotó 13 goles en 55 encuentros -muchos condicionados por ser hombre de relevo- con la camiseta de la UD Las Palmas, sin duda el 1-1 en el Heliodoro fue el más celebrados de todos ellos. En el Alavés ahora su rol "es similar al de otros equipos. Me toca rematar balones cuando tenga la oportunidad. Yo las buscaré".

El ariete es uno de los refuerzos de un club que ha superado en 2013 el paso de la Segunda B con muchas dificultades. "Salimos a competir con la idea de protegernos bien en los encuentros, no encajar goles y prolongar al máximo nuestras ocasiones. El equipo está aún en formación, llegando nuevos jugadores, pero está entonándose cada vez mejor. Estamos ilusionados con hacer una buena temporada. Esto solo ha empezado".

A la UD Las Palmas aún la ve con "condiciones de repetir. Ojalá mejore lo de la pasada temporada. Que su gente siga confiando en el proyecto. Pero esto es largo y la competición es dura, sin garantías por la mucha igualdad general".

Comprende Quiroga que hay situaciones que van cambiando desde su marcha de la Isla. Y no se sorprende de la proyección de algunos compañeros que llegaron antes que el club a la Primera División. "No vamos a descubrir nada con la calidad de Jonathan o Vitolo. Ahora a este último le ha tocado subir a Primera y es un logro personal que le hacía falta. En poco tiempo le veremos consagrar porque tiene condiciones futbolísticas para firmar una gran temporada".