Un descenso sin lágrimas
05/05/2013

Fotos: C. Torres

T.A.

Fue un descenso sin lágrimas; el sellado se produjo este domingo en el Centro Insular, se fabricó en cambio durante ocho meses a fuego lento. El Lagun Aro Guipuzcoa deja de ser equipo de la ACB, tras su derrota ante el Gran Canaria. Se une así a La Bruixa d'Or Manresa que ya lo hizo hace algunas fechas.

La cara del drama volvió a pasar por la isla, pero esta vez no eran protagonistas los amarillos. Hace un año, el Gran Canaria sufrió hasta el último segundo de la Liga. Esa procesión era ajena ahora al equipo de Pedro Martínez, que vuelve a soñar con las alturas.

Los 59 puntos logrados por Lagun Aro en un partido tan importante reflejan uno de los por qué de este fracaso tan duro para los vascos. Su banquillo se fue desmoronando durante el partido. El entrenador Sito Alonso pareció entender que esta munición última iba a malgastarse. En el primer cuarto del encuentro ante el Gran Canaria, sus nervios afloraron a tal extremo que dio una patada de impotencia a uno de los soportes luminosos del Centro Insular. Escapó del castigo arbitral, pero no de la penalización a que iba a ser sometido durante el partido.

Con empate a 49 puntos, el Lagun Aro lanzó un ataque suicida hacia el aro isleño. Pero no tuvo puntería, sí precipitación. La frágil moral se desvaneció y el triste final del equipo vasco pasó prácticamente de puntillas para los aficionados locales, centrados en las opciones de promoción por el título que siguen intactas para los grancanarios a pesar de sus abundantes bajas.

Sólo dos jóvenes aficionados vascos acompañaron en los graderíos a los suyos, en un destierro que comienza de inmediato.

La impotencia del banquillo vasco, antes de finalizar el encuentro (C. Torres)

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