El extraordinario caso de Joachim Deckram
19/01/2013

Por José Juan Ojeda Santana

Nuestro deporte (el balonmano) es considerado por muchos técnicos y especialistas acreditados de otras modalidades deportivas como el más completo desde el punto de vista de la formación física. Existen otros muchos deportes donde al practicarlos vienen a desarrollar específicamente determinadas zonas corporales en detrimento de otras: La natación, el fútbol... si no se complementan en los entrenamientos con variantes en el desarrollo muscular iría en perjuicio de la formación integral del deportista.

El balonmano desarrolla en su práctica todo el tren inferior y superior, obliga a ser elástico y flexible para fintar y saltar, veloz para salir al contraataque y fortaleza para defender y soportar los contactos en ataque. Los aficionados a este deporte nos sonreímos cuando vemos reiteradamente el teatro que se da en el fútbol donde se simulan lesiones inexistentes que con el agua milagrosa tras haberse detenido el juego innecesariamente, se vuelve a correr como sí nada hubiera pasado.

En el balonmano, lo vemos día a día en este Mundial, se da y se reciben golpes constantemente y a final del partido, equipos y árbitros se terminan saludando en el centro del terreno de juego en un claro gesto de deportividad y fairplay.
Hace unos días Faro de Vigo publicaba extensamente la desgraciada jugada que truncó la exitosa carrera deportiva del que fue considerado mejor jugador del mundo en la década de los 70 del siglo pasado, el alemán Joachim Deckram.

En el trabajo de acudir a hemerotecas se equivocaba el autor del artículo, al afirmar que el célebre jugador se había lesionado gravemente al chocar contra el portero del equipo contrario. Quienes tuvimos la suerte de poder acudir al Mundial de Dinamarca en 1.978 nos llamó la atención el portento físico que era Joachim en similitud a nuestro recordado Abilio Mendes y que llevó a la Alemania Federal a ser campeona del Mundo tras ganar en la final a la selección de La U.R.S.S. por tan sólo la diferencia de un gol en un partido histórico por su emoción y lo que significaba políticamente de la lucha de Occidente contra el antiguó "telón de acero".

El tristísimo lance de juego surgió en un partido de Recopa de Europa en Hungría al año siguiente del Mundial...El portero húngaro lanza un contraataque que es cortado por un jugador alemán en el centro del campo que al ver a Deckram, le pasa el balón; Joachim en zona de 9 metros de espalda a la portería contraria, se gira para iniciar la carrera, cuando choca su cabeza contra la de un defensor húngaro en pleno salto. Al caer ya inconsciente, la cabeza vuelve a impactar contra el suelo en unas imágenes dramáticas.

Se le diagnostica un traumatismo cráneo encefálico grave, del que estuvo 131 días en coma, despertando con una tetraplejia severa, retraso mental como un niño e inmovilidad ... Existe un enlace en el buscador de Youtube poniendo el nombre del jugador (Hamball 2.013, jugadores de leyenda) donde se puede visionar la vida deportiva de Deckram y las imágenes del partido donde sufrió el desgraciado accidente.

Joachim es un claro ejemplo de la lucha contra la adversidad. Debió volver a aprender a hablar, caminar, escribir y pese a sus evidentes limitaciones, con la maravillosa ayuda de su antiguo entrenador que se convirtió desinteresadamente en su rehabilitador personal, ¡lo consiguió!. Como podrán ver en el reportaje, Deckran es hoy toda una celebridad en Alemania, querido, respetado y estimado por los más famosos deportistas de nuestro tiempo y con una Fundación que lleva su nombre.

Esta es una historia que se debe contar y difundir para entender el deporte como vínculo de amistad y generador de valores éticos que lleven a nuestra juventud por el camino correcto. Si lees este artículo y ves el video no dejes de difundirlo y si tienes hijos como es mi caso, procura que vean el significado del esfuerzo por la vida de una gran persona y un "jugador de leyenda".


EL REPORTAJE SOBRE DECKAM

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