M.B.

Momo se va a reencontrar por primera vez en el Estadio de Gran Canaria con la camiseta donde su mejor fútbol brotó hasta la culminación del éxito. En 2008-09 el grancanario coronó la temporada con un ascenso a Primera División histórico para el Xerez Deportivo, en el que no sólo fue una pieza angular del proyecto sino que incluso despuntó como máximo realizador del equipo andaluz (17 tantos), por delante Antoñito (14) y Mario Bermejo (12), convertidos en el triángulo futbolístico que motorizaba a aquel equipo entonces también dirigido por Esteban Vigo.

El zurdo amarillo está ahora en otra causa, con idénticas perspectivas y con un potente combustible emocional. Pero aquella campaña en Chapín la recordará de por vida porque supuso su consagración personal tras varias campañas donde fue pieza de préstamo por parte del Deportivo. El Xerez fue un club que confió ciegamente en él y Momo le devolvió con creces ese afecto. Otro grancanario, Aythami Artiles, también fue partícipe de ese éxito y le supuso su salto definitivo posterior como jugador con firma propia en el Deportivo de La Coruña.

De aquel año de gloria, al margen del regreso del propio entrenador, aún se mantienen en plantilla jerezana jugadores que podrían ser titulares en esta nueva visita al Estadio de Gran Canaria, como Mendoza o Chema, porque el Xerez se ha modificado en profundidad buscando otra vez esos días felices que ya son recuerdo.

Además, el encuentro en el Estadio de Gran Canaria en 2008-09 (imagen superior, de Mykel) queda registrado las hemerotecas con  un aciago final porque ese partido contra Las Palmas lo ha recordado esta semana el propio Esteban Vigo como el impulso hacia la Primera División, aderezado con un resultado doloroso para los amarillos. Fue una victoria visitante in extremis, muy motivante, después de que la UD Las Palmas (con Javier Vidales al frente) se pusiera por delante en el marcador con los goles de Márquez y Pitu, este último de magistral lanzamiento de falta. Se había adelantado el Xerez por mediación de Antoñito, quien más tarde firmaría el empate en el minuto 87. Revolucionó el partido el argentino Brian Sarmiento, que fabricó las dos últimas jugadas; la del definitivo 2-3, con tanto suyo en el 91.

Ahora Momo tiene como misión cercenar las ilusiones de quienes le adoraron.