Por José Hernández
A Sergio Lobera se le ve muy buenas intenciones con la UD Las Palmas. Al joven técnico en el que el consejo de administración depositó su confianza para dirigir una ambiciosa campaña que debe de culminar en el retorno a la Primera División los números no le cuadran. De nada sirve jugar bien, dominar al contrario, si todo ese no se traducen en goles y en consecuencia, en puntos. El bagaje hasta ahora es paupérrimo. La victoria en Santander, a la vista de lo sucedido con posterioridad, ha sido un espejismo, sobre todo en las circunstancias en que se encontraba el Racing en la fecha inaugural del campeonato.
Después de ocho jornadas ver al equipo donde se encuentra en la clasificación te recuerdan temporadas precedentes con tristes finales. Seis puntos de veinticuatro disputados es cifra para alarmarse, por muy bien que esté jugando y por muy inmerecidas que hayan sido las derrotas. Al final, la Liga no se decide por méritos, sino por la puntuación que se logre alcanzar. Es que el campeonato acaba de empezar y ya estamos a once puntos del ascenso directo y a ocho del "play off"; además, con una alta cifra de goles encajados (17).
Recuerdo cuando a Juan Manuel se le exigía el año pasado jugar mejor, pero ¿qué es jugar mejor?. Toque, toque y gol en la portería propia. Esto es Segunda División y Las Palmas se tiene que adaptar al juego de esta categoría. Hay que defender con uñas y dientes, sobre todo, pero si además se cuenta con buenos jugadores para atacar al contrario, hay que explotarlos. Pero siempre, empezando con un sistema defensivo sólido, y de eso, a los datos me remito, es de lo que carece la UD en este momento. Ya se está hablando de refuerzos para diciembre, pero es que al ritmo de cómo va la competición, las Navidades quedan lejos, y las medidas hay que tomarlas ahora. No hablo de cese de entrenador, ni mucho menos.
El cuerpo técnico de la UD es amplio y numeroso. Ellos se tienen que "mojar" y aportar granitos de arena para sacar esto adelante. Hay muchas personas implicadas y lo que no es justo ni correcto, es que desde dentro mismo de la Entidad continúen situaciones de desconfianza entre ellos, y lo que hay que hacer es arrimar el hombro. Y a los jugadores, exigirles un mejor rendimiento. A algunos parece que están buscando la tarjeta en los partidos, que en marcar en la portería contraria. Hay un dicho que dice que "al toro hay que cogerlos por los cuernos", pues que se apliquen el dicho en la UD Las Palmas antes de que sea demasiado tarde.