Un deshollinador en el banquillo
09/09/2012

Guerrero rescató en los 14 últimos minutos el pase intencionado y profundo que no hicieron gala sus compañeros titulares, generando dos ocasiones de gol para Thievy

 

M.B.

No ejercita Sergio Lobera la negación de la evidencia; asume el entrenador aragonés que Las Palmas no encuentra el desarrollo de la idea del fútbol que se ha propuesto para la vigente temporada. Sean cuales sean las causas las deberá resolver el propio entrenador, pero no pasamos por alto hechos llamativos acontecidos el sábado frente al Alcorcón en lo que a la elaboración del juego amarillo se refiere. El abuso del pase horizontal y la lentitud en la generación del juego puede ser asunto de debate interno, creemos que en abundancia. Pero nos centramos en la aparición en el partido contra el Alcorcón durante los últimos catorce minutos de Javi Guerrero, un auténtico deshollinador en el fútbol grancanario, facilitando soluciones que sus compañeros titulares no habían encontrado durante más de una hora.

El madrileño ya estuvo lúcido en Elche, donde su primer balón lo envió al fondo de las redes franjiverdes. Y en su segunda actuación esta temporada, también como hombre de reserva, salió al campo y fraguó las dos jugadas más sensatas de los amarillos, encontrando el camino hacia la portería de Manu Fernández.

En ambas Guerrero jugó casi al primer contacto, con prontitud y visión profunda, señalando al debutante Thievy Guivane la jugada en vertical, de frente a la meta alfarera. Eso que parece tan sencillo y que tantas veces es privilegio de pocos. Las dos jugadas partieron desde el costado derecho, el opuesto a la pierna natural del madrileño, y permitió con ellas disponer de dos acciones que Thievy resolvió de diferente forma. La primera (minuto 78), el delantero galo profundizó hasta el área y su pase a Chrisantus fue abortado por una falta defensiva en el área que el árbitro no sancionó. La posterior, en el minuto 85, tuvo un diseño similar. Guerrero, tras recibir, buscó una puerta para el nuevo pase a su compañero que selló la jugada con un disparo al cuerpo del portero.

Fue un alivio comprobar que, dentro de la negación general de la UD Las Palmas, el veterano futbolista, polivalente pieza ofensiva, presenta un instante de pausa que delata la precipitación general de sus restantes compañeros.


El Alcorcón tardó 28 segundos en desarmar a la UD

Los dos primeros goles del Alcorcón (alguna ocasión más malograda) fueron producto de un fútbol intencionado y eficiente. En el 0-1 Fernando Sales, metido entre líneas, tiene hasta tres opciones para dar un servicio peligroso. Elige a Oriol Riera, cuyo avance es imparable para la defensa canaria.

En el 0-2, Ángel Sánchez gana la línea de fondo y centra. En el área hay tantos defensores como atacantes, por lo que el porcentaje de culminar con éxito la jugada se eleva de forma notable. Riera, de nuevo, es certero con la testa.

En realidad no tuvo problemas el conjunto alfarero en desarmar a la UD Las Palmas. Lo hizo en 28 segundos, tras el saque de centro, y sólo necesitó seis toques al balón antes de que Deivid cometiera el penalti sobre Juli.

El problema que tiene actualmente la UD Las Palmas para defender es también importante o más que el estimado para atacar.

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