La UD acelera su preparación con la incógnita de conocer su verdadero potencial defensivo, porque sus rivales amistosos no le han puesto a prueba de forma determinante
Se agota la pretemporada. Apenas un partido, en teoría el más intenso de todos (ante el Tenerife, el sábado 11 a las 20.30 horas) y la Liga 2012-13 calienta motores para zarpar rumbo a la ilusión. Sergio Lobera sigue precisando el estilo de juego de la nueva UD Las Palmas y aprovecha cualquier ocasión para corregir o realizar observaciones a sus futbolistas. Este miércoles les convocó en el centro del terreno de juego de Barranco Seco, para hacerles ver el margen de mejora que tiene el equipo.
El entrenador aragonés lo analiza todo. Por ello algunos entrenamientos y ensayos son filmados desde posiciones elevadas (imagen de la derecha, del cámara Fernando Mateo realizando su trabajo) porque luego, tras el análisis con su equipo de colaboradores, tiene en sus apuntes todos los detalles mejorables en el juego amarillo.
Lo cierto es que a falta de un partido y después de siete, Las Palmas se obsesiona en no encajar goles que es inequívocamente uno de los requisitos más exigidos por el cuerpo técnico a la plantilla. Solamente ha encajado un tanto (después de un disparo con rebote, del Estrella) aunque es cierto que el nivel ofensivo que ha encontrado en el camino antes de la competición oficial no se asemeja al que le espera en la competición oficial de la Segunda División. Ninguno de los rivales, ni siquiera en el derbi del Heliodoro, ha puesto a prueba la total capacidad defensiva de la UD Las Palmas. Y esa es una de las principales incógnitas que queda abierta antes de que llegue el fuego real.
En el juego de ataque, en cambio, el equipo de Lobera progresa de forma apreciable en las últimas semanas. Su ritmo de juego no es el cansino y previsible del comienzo de la precampaña; las bandas tienen cada vez más presencia en las acciones coordinadas y desde la llegada de Macauley Chrisantus la calidad de remate se ha elevado de manera sensbile. Llama la atención la facilidad que ha tenido el nigeriano para integrarse en un colectivo en el que se suponía podrían haber varias barreras que podría atrasar su acoplamiento. Pero Maky es de fútbol fácil y directo, entendiéndose pronto con sus compañeros. Este miércoles anotó dos tantos en el segundo periodo; su nombre de decanta para la posición de ariete. También la de Deivid como pivote defensivo en sustitución del lesionado Javi Castellano, quien parece que llegará muy justo para el debut liguero en Santander.
Todo se verá; queda menos. Y el Tenerife a la vuelta de la esquina.