Los 'llegadores' Nauzet-Vitolo-Momo pueden convertir a la UD en una de las potencias de la Segunda División; pocos equipos poseen un tridente con tanto pase y remate
¿Qué existe en la plantilla de la UD Las Palmas como marca de agua diferenciadora?, ¿qué argumento puede haber para que potencialmente pueda convertirse en aspirante real a la lucha por el ascenso de categoría?, ¿qué arma tan singular puede ofrecer Lobera a los restantes competidores?. El triángulo Nauzet Alemán-Vitolo-Momo es, sin duda, el epicentro donde germinaría un equipo con poderío suficiente como para situarse en el hemisferio de honor de la tabla clasificatoria de Segunda A. Tres jugadores en los que se deposita esa creatividad tan necesaria, fabricantes de un ataque que puede marcar las pautas en la competición, al menos desde el punto de vista grancanario.
Está obsesionado el presidente Miguel Ángel Ramírez en mantener intacto ese tridente letal, en el que únicamente ha encontrado la resistencia de Vitolo Machín a causa de la presión exterior que ejercen sus representantes, dispuestos a moverle cueste lo que cueste. El asunto aún no está zanjado. Pero la esperanza grancanaria en el campeonato que comienza tras la tercera semana de agosto pasa porque el bloque ya perfilado (refuerzos al margen) funcione con el rendimiento más acorde.
Pocos conjuntos de la categoría (y bastantes de Primera División) pueden combinar en un terreno de juego las características de estos tres futbolistas, pertenecientes a generaciones distintas de la escuela amarilla pero unidos por el destino en el ejercicio venidero. La zurda de Momo, experto y hábil; la velocidad y precisión en las acciones de Nauzet Alemán, cartógrafo de una expedición rumbo a Primera, y el vigor físico de Vitolo, un pura sangre indomable. Unidos los tres conceptos Las Palmas puede convertirse en un equipo con un caudal ofensivo incalculable, con mucho pase en las inmediaciones del área y facilidad para el remate.
Los primeros acordes de la pretemporada ha dejado entrever que Sergio Lobera vuelca en este triángulo responsabilidades ofensivas en la estructura de su juego. Nauzet en la derecha; Momo en la izquierda y Vitolo como trescuartista. Pero el entrenador aragonés se obsesiona en la rotación de esas mismas piezas en el mismo escenario de batalla: Vitolo en la izquierda, Nauzet en la media punta y Momo en la derecha; o aplicar cualquier otro orden que, precisamente, pueda causar desorden en las defensas adversarias.
La fábrica del gol amarillo no sólo posee remate en los tres casos, incluso a balón parado se elevan la tensión con el añadido de un especialista tan consumado como Nauzet. El triángulo ofensivo amarillo está cualificado para aportar ese penúltimo contacto al balón antes del remate. Momo, Nauzet y Vitolo, en sentido cronológico de sus respectivos debuts, pondrán sello a un esperanzador año. Tras ellos los Sergio, Francis, Pedro Vega, Dani, José Artiles, Néstor, Tyronne, ... Una Liga amarilla en manos de los 'llegadores'.