Roque Olsen, 141 veces
14/06/2012

Este 14 de junio de 2012 se cumplen 20 años del fallecimiento del entrenador hispano argentino, mes y medio después del primer descenso amarillo a la Segunda B

Recordaba con acierto Canarias7este jueves 14 de junio la fecha del vigésimo aniversario de la muerte de Roque Olsen Fontana (66 años), dato no contrastado con la enciclopedia digital Wikipedia que le adjudica un día más al deceso del entrenador hispano argentino en aquel triste mes de junio de 1992. No se trata de un hecho más en la historia de la UD Las Palmas: la muerte de Olsen coronó una campaña aciaga que había desembocado el 25 de abril de ese mismo año en el primer descenso del equipo amarillo a la Segunda División B, tras derrota 2-0 en Sabadell, la que denominamos como la caída más dura en la historia del club grancanario. Aún faltaban cuatro partidos para concluir la Liga 1991-92.

Ambos hechos quedaron por siempre asociados. Porque esta última etapa de Roque Olsen, el hombre que dirigió en 141 encuentros a la UD Las Palmas (segundo en la historia, tras Pierre Sinibaldi), se produjo como reclamo del club para salir de un tremendo laberinto que amenazaba al equipo que inició aquella Liga con Brindisi. La extraordinaria reacción con Roque Olsen y la posterior caída con Benito Joanet se ha rememorado en diversas oportunidades.

Lo que Olsen hizo aquel año es digno de elogio, a pesar de estar terriblemente condicionado por una enfermedad letal. Con la ayuda de su fiel Federico Páez asistía a los entrenamientos y mantenía ese estado de vigilia activa con toda la plantilla, a la que gustaba mantener "con las orejas tiesas" incluso mientras dormía. La imagen que mejor podría ilustrar el amor y devoción por la UD Las Palmas y por su misión como responsable de banquillo puede ser la que Olsen ofreció en la que fue su última aparición: el viejo BMW de Páez llegó aquella tarde a Barranco Seco y se introdujo en el verde hasta la línea lateral del campo, donde actualmente están instalados los barracones-vestuarios. Desde allí Olsen inspeccionó el partidillo de sus aún jugadores, sentado en el vehículo. Y algo veía que no le gustaba porque convocó una reunión con diversos futbolistas para darles instrucciones desde la ventanilla, al estar muy mermado de movimientos.

La última escena de Olsen en Gran Canaria coincidió con un desplazamiento a la Península del equipo apenas una semana después. El dolor ya superaba a su voluntad. Los jugadores le rodearon en el Aeropuerto y uno a uno se despidieron del míster al que respetaban como a un padre. Vimos algunas lágrimas entre los expedicionarios, conocedores sin duda de la trascendencia de aquel 'hasta pronto'. Ya, en Sevilla, las noticias fueron llegando de manera preocupante hasta el fatídico final del hombre que dejó registros históricos en el banquillo grancanario ... y el penúltimo ascenso a la élite, el 13 de abril de 1985, con cinco jornadas aún para concluir el campeonato (0-0 en el Estadio Bernabéu).

Este jueves se produce el vigésimo aniversario de un adiós eterno.

Manuel Borrego

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