Un proyecto con riesgos, desafíos y sin dardos
13/06/2012

Por José Hernández

Juan Manuel no sigue en el banquillo de la Unión Deportiva Las Palmas al que ha dejado con un listón alto, lo que será una presión añadida para su sucesor, a quien el consejo y la comisión deportiva del club -Juanito Rodriguez y Toni Cruz- le van a pedir que supere ese noveno puesto en la tabla logrado en la actual temporada 2011-12. El cometido se realizará reforzando mimbres, además de los que tiene y sin valorar ya los que se han ido. No debemos olvidar que ya Juanito dijo a mediados de campaña que la UD tenia jugadores para "aspirar a más", lo que pudo convertirse en un dardo que se envenenaba con el paso de las jornadas hacia el administrador de la plantilla.

El hasta ahora entrenador del club ha demostrado, no sólo en esta temporada sino en anteriores etapas, que es un hombre enamorado de la cantera, que apuesta por ella y se atreve con soltura y precauciones a dar salida a jugadores del filial para el primer equipo. No todos los técnicos que se han sentado en el banquillo amarillo poseen esa sensibilidad y si vienen del exterior, quizá menos, porque lo primero que se busca es amarrar la permanencia con futbolistas experimentados. Y la UD no está en condiciones (económicas) para buscar en el mercado a este tipo de jugadores.

El desecuentro entre Juan Manuel y la comisión deportiva se hizo finalmente público en la rueda de prensa de despedida del técnico grancanario. El primero aguantó con gallardía vacíos que adujo encontrar a lo largo de la temporada, sin rechistar, salvo al final. Un hecho que le honra, pero nos apena porque el daño acaba en la propia Unión Deportiva Las Palmas y por inercia en su afición. Trabajar así, cualquiera que sea la actividad, es malo, muy malo. Es como tener un adversario en casa, con una falta de confianza plena, y en este sentido el consejo de administración es responsable de poner orden y cordura dentro de la Casa.

¿Con qué confianza va a trabajar el próximo técnico?. Lo primero que debe hacer es atrincherarse en la caseta, evitar filtraciones y que cuestionen su trabajo, siempre y cuando tenga la personalidad necesaria de poner a cada uno en su sitio. Parece una contradicción, pero al entrenador que mejor resultado le ha dado a la UD en las últimas temporadas, no se le renueva. Pienso, y es pura imaginación a la vista de lo acontecido, que en el pulso que quiso echarle a la comisión deportiva salió derrotado. La opinión del consejo, sin embargo, no fue favorable para Juan Manuel a la hora de decidir su no continuidad en la reunión celebrada en Pío XII para debatir el trabajo del técnico y escuchar el informe de la dirección deportiva. Sus razones tendrán, pero está claro que esta apuesta tiene sus riesgos y sus desafíos, siendo la grada la que dicte la sentencia. Ahora toca recomponer la ilusión, fomentar las expectativas y sentar las bases de un proyecto que tiene que ser, por fuerza, ambicioso, en una Liga que será más competitiva.

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