Diego Pérez perdió la conciencia durante algunos segundos tras caer junto a Humberto Vera: "No recuerdo nada; abrí los ojos y estaba rodeado de personas", señaló
"No recuerdo nada; sólo que cuando abrí los ojos estaba rodeado de personas en la arena. Y tenía un fuerte dolor en la cabeza", expresó el destacado A del Rosario de Valle Guerra, Diego Pérez, protagonista del minuto más delicado de la temporada. Ocurrió en su segunda agarrada con Humberto Vera, quien había logrado ganarle la primera. Pero en la siguiente entrega ambos se desplomaron después de un forcejeo y duro impacto en la superficie arenosa. El colegiado Isaac Guillérn señaló una revuelta para volver a empezar, habida cuenta de las dudas que suscitó la caída simultánea de ambos bregadores.
Humberto Vera se puso en pie pero Diego Pérez quedó inerte, con los brazos extendidos en el suelo. Fueron unos breves segundos hasta que de manera colectiva miembros de los dos banquillos corrieron en su auxilio. El tiempo parecía haberse detenido con un prolongado murmullo en el graderío hasta que, felizmente, el luchador tinerfeño movió uno de sus brazos, luego habló y definitivamente se notó un profundo respiro en todo el terrero.
Con síntomas de mareos, el colegiado le concedió cinco minutos para la recuperación o para decidir una posible retirada. Parecía que no iba a volver a la arena pero Pérez lo hizo. Se refrescó, escuchó a sus compañeros y mandador y regresó a bregar para darle la vuelta al marcador ante un, posiblemente, descentrado rival. Porque Vera pareció acusar más que su oponente el suceso que instantes antes había ocurrido. El concurso de Diego se cerró con una separada con Aridane Ramírez. Hizo tres puntos para el Rosario.
Los luchadores son de otra madera, sin duda.