El colegiado Francisco Melián expulsa a un jugador del Granadilla pero el conjunto tinerfeño termina el encuentro contra el filial con once futbolistas
Surrealismo en el final del Las Palmas Atlético-Granadilla, que terminó con victoria local 1-0. Fueron abundantes las protestas que a lo largo del encuentro recibió el colegiado grancanario Francisco Melián Socorro quien, entre tanto jugador rojiblanco, se hizo un lío con las tarjetas. Corría el minuto 90 cuando Adrián escapó hacia el area visitante. Fue agarrado por el lateral Roberto Carlos, que fuera jugador del CD Tenerife, abortando éste una jugada de peligro como último defensor. El árbitro señaló la falta y de repente estuvo rodeado de una legión de jugadores del cuadro tinerfeño. Mostró una tarjeta amarilla y posteriormente la roja al futbolista Natael.
Se vivieron momentos muy tensos porque las protestas incrementaron para el colegiado y su asistente. Sin embargo, ningún jugador del Granadilla acudió al vestuario por expulsión por lo que sorprendentemente terminó el choque con once jugadores. La explicación es que el árbitro rectificó su decisión inicial y adjudicó luego correctamente a Roberto Carlos la cartulina que merecía. Un error de apreciación siguió a un fallo técnico y una decisión justa pero nada habitual.