Basora fue el primer verdugo azulgrana de Las Palmas
17/03/2012

El recordado goleador fallecido este viernes en el Hospital Negrín anotó cuatro tantos en sus cinco actuaciones contra los amarillos

Estanislao Basora nos ha dejado. Era como un isleño más, tras décadas de residencia en la capital grancanaria. La historia de nuestro fútbol le va a recordar como el primer verdugo del FC Barcelona en las redes de la UD Las Palmas. Su primer gol lo marcó el 9 de diciembre de 1951, el año del debut amarillo tras meteórico ascenso desde su fundación en 1949. El portero era González. Aquel día el FC Barcelona ganó por 0-2, con tantos de Basora y Manchón. El conjunto culé alineó en el Estadio Insular a Ramallets, Martín, Biosca, Seguer, Bruguet, Gonzalvo III, Kubala, Basora, Vila, Aldecoa y Manchón. Las Palmas lo hizo con González, Beneyto, Juanono, Yayo, Pedrín, Ignacio, Cedrés, Gallardo, Tacoronte, Manolo Torres y Oramas.

No fue la única vez que marcó Basora a Las Palmas. Lo hizo en cuatro ocasiones en los cinco partidos oficiales, todos de Liga en Primera División, en los que se midió a la defensa grancanaria. Porque también anotó uno de los goles de la serie 6-1 el 10 de febrero de 1957, en Las Corts. Y más tarde firmó de nuevo en el Insular dos dianas el 29 de septiembre de 1957, en un encuentro que acabó 0-7 en el Insular. Eran porteros amarillos sus amigos personales Antonio Betancort y Pepín, respectivamente.

En total, Basora ganó con el Barça cuatro de sus enfrentamientos con el equipo canario. Su única derrota fue 1-0, el 21 de octubre de 1956.


El recuerdo de Germán sobre Basora

El presidente de honor de la UD Las Palmas, Germán Dévora, conserva un recuerdo personal por la manera en que conoció a Basora. "No jugué contra él", dice, "porque es anterior a mi generación. Pero un día estaba en el Aeropuerto de Madrid y observé a una persona. Me quedé fijamente mirándola y este señor se dirigió hacia el lugar donde yo estaba. Me preguntó que si yo tenía alguna referencia de quién era. No sabía explicarle pero su cara me sonaba. Y fue así como se presentó Basora diciendo que admiraba mi juego. Y descubrió en ese momento que residía en Las Palmas de Gran Canaria, algo que desconocía. A partir de entonces hicimos amistad, pero él trataba más con gente de su generación como pudo ser el portero Pepín".

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