El actual miembro del cuerpo técnico recuerda la lesión que padeció tras una entrada de Camacho, que no abortó su proyección: "Aparicio me ayudó como un padre, día a día, para volver a ser el mismo un año después"<br/>
Juani Castillo, miembro del cuerpo técnico de la UD Las Palmas y padrino deportivo de la nueva hornada de jugadores de cantera, vivió una experiencia muy amarga cuando su carrera profesional estaba en plena proyección. Ocurrió durante un entrenamiento de la selección absoluta y miembros del combinado Sub'21 al que él pertenecía. Una entrada del madridista José Antonio Camacho le llevó a estar un año alejado de los terrenos de juego, después de tres operaciones en las que debió recuperarse de una rotura de peroné, desplazamiento del maleolo y rotura de ligamentos del tobillo derecho. Aquellos duros momentos le cambió su mentalidad y hoy comprende que puede tener el mismo efecto en su pupilo Vitolo: "Comparto su pesadumbre, pero esta experiencia le puede servir para aprender ahora lo que es el sufrimiento para ser futbolista. Tendrá que valorar de verdad las personas que están a su alrededor porque vendrán días difíciles antes de volver a un campo y ser el mismo que era antes de la lesión". Juani admite que "yo tuve la suerte de contar con un padre deportivo, que fue Ernesto Aparicio. Estuvo día a día a mi lado cuando había desaparecido de la actualidad del equipo. Mañana, tarde y noche Aparicio me transmitía las palabras exactas. Sufrí mucho pero él me recordaba que tenía que llorar para salir adelante y no abandonar. El jugador lesionado vive con una incertidumbre muy grande y sólo su fortaleza mental y el arrope verdadero es el que le sacará adelante".
Juani, entrenador de Las Palmas Atlético que vió nacer a los ahora jugadores del primer equipo "salvo a Juanpe", aclara, aún recuerda el aciago percance: "era un entrenamiento de cara a la preparación del Mundial del 78, en Argentina. Tenía la costumbre de amagar y escaparme de los defensas. Camacho me vigilaba, dejé pasar el balón en largo pero él se tiró al suelo con ambas piernas, me golpeó y, además, me agarró en la caída. De inmediato me dí cuenta que estaba lesionado", prosigue, "y de que se trataba de algo muy serio. No tengo nada que reprocharle porque sé que era un jugador duro pero noble. Aquella fractura me hizo perder la posibilidad de ir al Mundial, disputar la final de la Copa con Las Palmas y quizá un traspaso al Real Madrid y Barcelona que, por entonces, se habían fijado en mí. Desde el primer momento, Camacho se interesó por mí y con el tiempo hemos conservado una buena relación".
"ME COMPARO CON KEEGAN".
Juani (3 de octubre de 1955, Las Palmas de Gran Canaria) se define así: "en la vida y en el fútbol he sido un guerrillero. Con esta mentalidad he logrado superar muchas adversidades. No me rindo ante nada. Decían que yo no era un jugador típico canario por mi estilo combativo. Era un delantero que podía actuar en ambas bandas o en la punta, con mucha movilidad. Y curiosamente me sentía realizado con los remates de cabeza, especialidad en la que marqué muchos goles a pesar de que medía apenas 1.70 y mojado ... La verdad es que saltaba mucho y me anticipaba a los defensas". El 'chileno' se fijó en dos jugadores para luego imitar su comportamiento: "me gustaban Pelé y, especialmente, el inglés Kevin Keegan, a quien incluso me parezco físicamente. Este último era el delantero ideal: combativo, directo, resolutivo y con mucho carácter en el campo. Con estos cuatro conceptos unidos se puede triunfar en el fútbol de entonces y en el actual".
La trayectoria de Juani en el equipo grancanario fue meteórica. "Empecé en un club denominado Chicle May y de ahí pasé al Unión Chile. Pero el francés Pierre Sinibaldi acostumbraba a acudir a los partidos regionales y debió verme porque fuí convocado por la Unión Deportiva para unos amistosos que se realizaban entre semana. Allí me ficharon y pasé directamente a entrenarme con el primer equipo. El fútbol todavía no me daba de comer: era yesista y complementaba este trabajo con las ocho mil pesetas del contrato que firmé entonces con el equipo".
EL 4-0 AL MADRID.
Pronto le llegó la oportunidad de debutar, el 4 de junio de 1975. Y, en su segundo encuentro oficial, Juani firmó uno de sus goles más importantes: "fue en el célebre encuentro de Copa contra el Real Madrid, que ganamos 4-0 y que luego ellos nos remontaron con un escándalo en el Bernabéu. Marqué el cuarto tanto que, para mí, fue uno de los más bonitos en mi carrera. Es uno de mis trofeos personales. Precisamente en la jugada me marcaba Camacho. Le recorté en el área y disparé con la zurda a la escuadra". Rememora que fue tal la alegría que un aficionado saltó al césped del Estadio Insular y corrió a abrazarle mientras la policía le pisaba los talones. "Cuando llegaron a mi altura y ví la cara de aquel hombre, al que no conocía, comprendí la emoción que le había llevado a hacer aquella locura. Pero estuve rápido: les dije a los policías que no le detuvieran porque era mi padre. Y los guardias se lo llevaron otra vez a su puesto en el graderío, donde lo acomodaron para que pudiera ver el resto del encuentro. Nunca más ví a aquel hombre".
El otro gran tanto que lleva grabado en su memoria también fue marcado al Real Madrid, en la victoria 1-0 de 1982 en el Estadio Insular. "Esta vez ocurrió en la Grada Curva. Fue un buen pase de Félix Marrero que, sobre la marcha, engatillé. García Remón no pudo hacer nada. Estoy orgulloso de ese y otros goles importantes para el equipo".
En su tercera juventud, Juani palpa la ilusión que ha generado de nuevo la UD Las Palmas: "este estilo tan nuestro nos gusta a todos, pero tenemos que estar unidos y con paciencia porque no siempre los resultados llegan de inmediato. En el club estamos muy esperanzados con el futuro que se ha abierto"
EL MODERNO HH
.A Juani Castillo le impactó un entrenador en su etapa profesional: "De todos aprendí algo. Pero Heriberto Herrera se adelantó al fútbol actual hace treinta y cinco años. Venía del calcio italiano, había estado en el Inter de Milán incluso, pero sus teorías entonces no cuajaron aquí como él esperaba. Pasados los años todos los futbolistas que estuvimos a sus órdenes hemos comprendido el valor que tenía como entrenador. Hace cuatro décadas nos trajo a la Unión Deportiva el fútbol moderno, el que ahora hace disfrutar el equipo de Guardiola", afirma con rotundidad. "Ese concepto es el que une al FC Barcelona y al Real Madrid porque ambos, en realidad, tienen como prioridad la posesión del balón. La idea es la misma pero uno la ejecuta de forma muy vistosa, con mucha paciencia, y el otro es más resolutivo, más directo e impetuoso". Para Juani, el técnico paraguayo que dirigió a los amarillos en la temporada 1975/76, tenía sus conceptos muy claros: "exigía la presión en todo el campo para robar los balones y luego quería que tuviéramos acceso por las bandas, por los laterales, mientras exigía segundas llegadas al área para el remate. Nos decía que debíamos ahogar al contrario y luego volcarnos en el area para buscar el disparo. Su fútbol era exigente tanto en lo técnico como en lo físico pero probablemente no encontró en la UD Las Palmas de entonces a los jugadores adecuados".
Juani, en consecuencia, se siente identificado con este estilo porque "en un noventa por ciento es mi pensamiento como entrenador. Paco Jémez, de alguna manera, también mantiene esta misma filosofía. Su vocación de ataque no está teniendo los resultados al completo porque el equipo está en proceso de identificación, de madurez. A medida que consiga saber rematar sus partidos podrá cosechar más puntos".
A Miguel Muñoz le agradece todos los esfuerzos que realizó para poder encauzar su lesión por el más adecuado conducto. "Teníamos dudas y acabó por facilitarme una consulta con el doctor Cabot, en Barcelona, que fue quien acertó a realizar la operación definitiva. Muñoz me apoyó mucho y estuvo preocupado por mi puesta en marcha en el fútbol".
EL MAESTRO Y LA RAPIDEZ
Al igual que otros ex futbolistas amarillos de la década de los sesenta y setenta, Juani libera su predilección por Germán Dévora como jugador más completo de los que ha conocido en la entidad: "tenía un defecto pues de cabeza iba fatal. No hemos valorado con justicia a Germán. La gente decía que era lento. ¿Lento?. En el fútbol la velocidad que mejor funciona es la del cerebro y él tenía la virtud de conducir el partido como le convenía y al ritmo que le interesaba a nuestro equipo. Me preguntaba: A ver, 'Pendejo', cuando me veas que tengo el balón, ¿qué vas a hacer?. Y yo lo tenía claro: desmarcarme porque sabía que allí podía ir el pase suyo. Las Palmas ha tenido muy buenos jugadores en su historia, pero el caso de Germán es excepcional. Lo sabemos bien quienes hemos jugado a su lado. Era un líder de verdad".
Siente también admiración por Orlando Suárez: "me parece que el fútbol también fue injusto con él porque mereció actuar en mejores categorías. Me gustaría destacarlo porque soy un admirador de su juego. Es un delantero muy completo que sabe jugar de espaldas, maneja las dos piernas, tiene fácil regate, va bien de cabeza, es luchador, ... Orlando lo tenía todo. Si hubiera tenido templanza habría llegado muy lejos".
LA DUREZA DE UN DESCENSO.
"Tuve la virtud de entenderme en el campo con muchos compañeros", continúa Juani. "Era un futbolista muy activo. Con Hernández, por ejemplo, aprovechaba sus envíos profundos. Y hasta con el propio Félix, que estaba en el campo con la misión de cortar el avance contrario".
El día más largo en su vida fue el 1 de mayo de 1983, con motivo del descenso a la Segunda División tras 19 temporadas consecutivas en Primera: "Fue muy duro. Los jugadores nos quedamos sin habla. No puedo describir la tristeza porque ocurrió algo que nos resistíamos a creer que podría pasar. Todo nos salió mal".
El periplo profesional de Juani, tras ocho temporadas en la UD Las Palmas, continuó en Mallorca y en Málaga, para regresar en 1985 y completar un segundo trienio: "Me ilusionó volver a lucir la camiseta amarilla. He salido y he vuelto al club varias veces. Ahora realizo mis funciones de apoyo a la dirección deportiva. Hay mucho trabajo por hacer en la entidad, más cuando existe esta apuesta por la cantera, y la tarea está bien distribuida".
RECUERDOS
PINCHAZO A JONATHAN VIERA."Cuando dirigía Las Palmas Atlético le dije un día a Jonathan Viera que lo que hacía era muy bonito pero que había que demostrarlo ante profesionales de verdad. Que ese era el escenario del verdadero fútbol. Lo hice para picarle, porque tiene unas condiciones extraordinarias y no las estaba aprovechando. Creo que lo ha entendido correctamente. Está demostrando su valía: es vertical e inteligente. Pero lo queda mucho por recorrer y un amplio margen de mejora".
VICENTE, EN ASCENSO."Todos los canteranos han progresado de forma notable. Es mérito suyo y de las personas que han apostado por ellos. El caso de Vicente Gómez me resulta llamativo porque su fútbol va a dar mucho juego al equipo. No obstante, hemos de tener paciencia con él y con el resto porque todavía han de madurar".
LA CANTERA NO ES SÓLO LA UD."La cantera no es sólo la Unión Deportiva. El club está atento a todos los nuevos valores de todas las islas, pero necesitamos la colaboración de los demás equipos. Es difícil trabajar en esta parcela con tantos intermediarios, aunque he de reconocer que en algunos casos son necesarios para estabilizar o equilibrar la vida de los jugadores".
VIVIR DEL FÚTBOL. "Mi lesión tenía la importancia para mi familia porque yo ayudaba económicamente con el fútbol. Tenía que luchar para salir adelante y lo conseguí. Años después fui traspasado al Mallorca por cincuenta millones de pesetas. Mejoré en lo económico también, pero no me hice rico".
Manuel Borrego