
Una escena para cargar energía. Es Kirian, en solitario, trotando en Barranco Seco este lunes. Su baja médica no le aleja del equipo. El pasado viernes apareció tras el empate frente al Alavés para calmar las aguas, que estaban algo agitadas por la decepción del marcador. Y días después vuelve a vestir prendas deportivas para seguir con su plan de recuperación, con supervisión de los médicos.
El jugador de Candelaria es irreductible. Y debe ser una inspiración para el resto; los de dentro y los de fuera.