José Suárez era en 1975 un joven aficionado de grada Naciente. Aquella tarde del 25 de mayo, fecha final del Campeonato de Liga de Primera División, acudió al Estadio Insular con su cámara de vídeo súper 8 para filmar los acontecimientos de un partido vital de la UD Las Palmas. No sabía, como el resto de los seguidores amarillos, que era el último de Tonono en la isla. Porque su intención era inmortalizar escenas del encuentro de la permanencia, ganado 3-1 al Celta. Miles de aficionados estaban en las gradas para ayudar a los amarillos de Pierre Sinibaldi a lograr la salvación.

Suárez es hoy un amable y fiel lector de Tintaamarilla.es, que nos envía con gentil iniciativa estas inéditas imágenes, emocionantes, para poderlas mostrar al resto de nuestros lectores en las columnas digitales de nuestro diario deportivo. Las cosas ocurrieron así aquel histórico día de hace 50 años.

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