Hace 50 veranos la UD salió a la caza de un Puma
Mauel Borrego
-
24/06/2025
Carlos Morete, en el Insular (Fotos: Archivo El Puma)

* El verano de 1975 resultó intenso en la recomposición de la plantilla de la UD Las Palmas con la llegada estelar del máximo goleador metropolitano argentino: Carlos Manuel Morete

El verano de hace medio siglo fue muy activo en la UD Las Palmas. Tras las secuelas del fallecimiento de Tonono, la retirada del diablillo José Manuel León y la marcha del técnico Pierre Sinibaldi, el club amarillo debió reconstruir algunas parcelas de su nómina profesional. A finales de junio de 1975 ya estaba en marcha el secretario general, Jesús García Panasco, para realizar las gestiones de la época condicionadas por la siempre limitada economía del club.

 

La primera decisión fue contratar al hispano-paraguayo Heriberto Herrera para el banquillo. Y la posterior y estelar, la caza del Puma Carlos Manuel Morete, el goleador de River Plate que acabó siendo ídolo eterno de la afición del Estadio Insular.

 

Las primeras noticias sobre los contactos de la UD Las Palmas la ofrecía la agencia Alfil: Morete, de River Plate, y Roque Alberto Avallay, de Huracán, eran los jugadores pretendidos como candidatos al puesto de ariete amarillo. El secretario técnico Antonio Betancor había vuelto a Buenos Aires para ello, asesorado también por los ya amarillos Daniel Carnevali y Kike Wolff.

 

Morete era la más cotizada pieza del mercado y las dificultades que podrían encontrarse en la negociación podrían ser insalvables. Pero el nombre de la UD Las Palmas tenía un calado internacional. Se reproducían informaciones sobre posibles tiras y aflojas de la gestión, incluso descartándose a Morete de unas gestiones donde también apareció el nombre del cañonero Héctor Scotta (San Lorenzo), quien más tarde firmaría por el Sevilla CF. Incluso ya entonces aparecía el nombre de Miguel Ángel Brindisi (Huracán) como candidato a firmar con la UD Las Palmas.

 

Resultó determinante entonces la relación que la UD Las Palmas había establecido con el presidente de River Plate, Rafel Aragón Cabrera, con quien negoció directamente Panasco en la capital argentina. El acuerdo del traspaso se firmó y la caza del Puma fue un hecho consumado y celebrado en Gran Canaria. El periodista Pascual Calabuig pudo presentar en los informativos de TVE con imágenes desconocidas en Gran Canaria, mostrando en un resumen la calidad de un delantero que destacaba por su amplia zancada y disparo. Aquella presentación ilusionó a los aficionados amarillos, apenas unas semanas después de lograr la permanencia en Primera en la última jornada.

 

Morete no viajó a la isla de inmediato porque tenía una última empresa con River Plate, que era conquistar un título en su país tras casi dos décadas de sequía. Así ocurrió y Morete, junto a Ubaldo Fillol, Pinino Mas, Perfumo, Beto Alonso y compañía pudieron cantar el anhelado alirón del Campeonato Metropolitano, con Angel Labruna en el banquillo riverplatense.

 

 

El 27 de agosto, tras largas gestiones que duraron casi dos meses, firmó en la sede social de Pío XII su contrato con la UD Las Palmas. El propio Aragón Cabrera acompañó al delantero que entonces tenía 23 años para posar junto al presidente de la época, Atilio Ley Duarte, tras la firma de su contrato.

 

La historia futbolística del Puma en España no fue cómoda. Su primer gol no llegó hasta el 18 de octubre, frente al Zaragoza, después de semanas de generosas dudas. Pero fue el principio de una cosecha que casi llegó a la centena (99) de goles oficiales, con un total de 174 encuentros disputados sin expulsiones. 

 

En aquellas cinco temporadas de Carlitos como amarillo de la UD coincidió en España con grandes delanteros compatriotas, como el mencionado Scotta (Sevilla), Mario Kempes (Valencia) o Ratón Ayala (Atco. de Madrid), 

 

 

Se barajaron varias cifras en torno al fichaje del máximo goleador argentino de las dos últimas temporadas: desde los 400.000 dólares de partida a los 113.000 dólares mencionados en diversas publicaciones tras el acuerdo. En cualquier caso, el rendimiento ofrecido por el ariete de los setenta no ha sido superado por ningún delantero llegado como refuerzo del club isleño. Por eso el eco de su nombre queda eternamente vinculado a una fracción de la historia del club que la que él fue protagonista estelar.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar