Tras haber gozado de una renta de hasta 18 puntos en el segundo cuarto, el Gran Canaria se dispara en el pie y terminar por ser derrotado por el Andorra en la semana previa a la Copa del Rey (94-106). El conjunto de Jaca Lakovic sufrió un incomprensible apagón desde el minuto quince de partido y doblegado por un efectivo conjunto andorrano recibió una importante ‘pintada de cara’ ante sus aficionados en el segundo partido como local con más puntos encajados (los mismos que le endosó el Joventud en 1985) y detrás de los 108 que le endosó el Tenerife en enero de 2021.

Sin embargo, no había transcurrido tiempo suficiente como para que las roscas se enfriaran o el hielo del refresco se licuara, cuando el Gran Canaria parecía que ya tenía casi resuelto el partido a su favor. Los amarillos, que inicialmente sufrieron en la pintura con los centímetros del ‘gigante’ Dos Anjos, resolvían a base de triples sus problemas en la pintura. Con 18 puntos de ventaja en el segundo cuarto (26-24) a 7:36 del descanso, el equipo de Lakovic daba la impresión de haber bajado los humos a un rival que llegaba a la isla crecido tras haber derrotado al Valencia la semana anterior.

En ese instante llegó el momento de gestionar la situación. Ante un Andorra que necesitaba variar la dinámica, el Granca lograba en principio contener las embestidas y mantener a distancia a su oponente. Equilibrado el reparto de golpes de ambos contendientes, el partido transcurría con cierta frialdad y a la expectativa desde la grada de ver si se torcía la situación, mientras Lakovic se dedicaba a repartir minutos entre sus hombres (53-44).

Y lo peor llegó y esa participación de la grada se precisó a pocos minutos de regresar de los vestuarios. El Gran Canaria había perdido la concentración ofensiva que le había dado un ritmo anotador en los primeros treinta minutos. Con parcial 7-21 en ocho minutos, los de Joan Plaza estaban enrojeciendo a un conjunto local que parecía haber perdido tensión en todos los aspectos del juego (53-49). Y se empeoraba todo cuando los andorranos lograban ponerse por delante en el marcador (58-61) a cinco minutos del final del tercer cuarto.

Tenía que volver a remar a contra corriente el conjunto insular y el “reseteo” pasaba, incluso por recuperar la confianza perdida a base de ir dejando caer la tensión en el juego. Homesley buscaba la reanimación desde el exterior y con triples permitía como mal menor la alternancia en el dominio del electrónico (64-61). Sin embargo, sus latigazos eran insuficientes en un partido donde la relajación se convirtió en ansiedad para los de casa (64-70). Mientras, el Andorra había cambiado el rostro de perdedor por el de matador (66-76 y 71-82).

Ahora temblaba el pulso, una mala señal para la previa copera. El Andorra se entregaba a las destrezas de Kuric para que el escolta de Pensilvania destruyera las fortalezas que el pasado ayudó a construir en la isla. Con Brussino más recuperado y Thomasson cumpliendo su papel, el marcador se comprimía (79-84) para encender el zumbador del despertador amarillo en los últimos seis minutos. Pero el zumbido era insuficiente, el Granca se había ido de “Copa” desde el segundo cuarto y ya no había forma de regresarlo ante un Andorra que ahora lo metía casi todo para terminar por derrotar y poner en evidencia a los insulares.

Alineaciones:   Dreamland Gran Canaria (28+25+13+28): Albicy (9), Thomasson (6), Brussino (22), Shurna (11), Tobey (5) –cinco inicial-, Kljajic (1), Conditt (6), Homesley (6), Pelos (5), Salvó (16), Samar (7) y Diop.   Morabanc Andorra (22+22+32+30): Evans (9), Harding (24), Okoye (8), Doumboya (19), Dos Anjos (6) –equipo inicial-, Ganal, Llovet (4), Ortega (5), Bassas (9), Kuric (12), Chougkaz (5) y Lammers (5).   Árbitros: Rafael Serrano, Rubén Sánchez Mohedas y Yasmina Alcaraz. Eliminado por faltas, Okoye (m. 36).   Marcador cada cinco minutos: 12-12, 28-22, 46-28, 53-44, descanso, 58-61, 66-76, 84-89 y 94-106.   Incidencias: 20ª jornada de la Liga ACB. Pabellón Gran Canaria Arena.