LIGA ACB

El Real Madrid fue otra vez la bestia blanca para el Gran Canaria. Los amarillos, como locales, sufrieron su vigésimo sexta derrota a manos de los madrileños en la Liga ACB de 36 visitas a la isla. Esta vez fue con un pírrico balance ofensivo por parte de los de Jaka Lakovic (54-69), en el que es la octava peor anotación en casa en la competición española. Aunque tuvo un buen rendimiento en defensa, ésta no fue suficiente por la carencia de acierto en el tiro y la incapacidad para poder a la contra en la mayoría de sus recuperaciones.
Defender con todo. Esa debió ser la instrucción de Lakovic a los suyos, pero también la Chus Mateo. Gran Canaria y Madrid evolucionaban lento en el marcador en los primeros minutos, en los que el conjunto blanco mostraba su superioridad deportiva, pero por poco, con diferencias que nunca superaban los cuatro minutos. El 5-6 del primero octavo de partido –una progresión casi más parecida de balonmano-, los aros veían pasar poco el balón rompiendo la red. Los blancos doblegaban en acierto a sus anfitriones, quienes con más pérdidas veían como un viaje estelar alcanzar la puntuación de su rival (7-12).

Se sufría mucho, pero el esfuerzo dio su premio cuando a 6:30 del descanso, Tobey puso por primera vez al Gran Canaria por delante (13-14). Fue una alegría de corta duración, porque en una tarde de horror en el lanzamiento de tres puntos para los dos conjuntos, Hezonja (en el primer acierto de once intentos visitantes de triples) dio un poco de luz para devolver a los blancos en el control del electrónico (16-19). Aún así la velocidad anotadora de los dos equipos era paupérrima y la del Granca hasta angustiosa cuando Llull también embocaba un nuevo triple (18-26) para lanzar a su equipo antes de pasar por vestuarios (18-31) obteniendo la mayor ventanaja hasta entonces.
Hacía falta por parte del Gran Canaria para animar el choque y a su aburrida afición. La pócima en el descanso debió afinar la puntería insular y con apenas dos triples y manteniendo la buena dinámica defensiva, el choque volvió a las tablas (36-36) cuando aún restaban tres octavas partes del tiempo por disputarse. Pero poco dura la alegría en la casa del pobre. Una nueva carta del Madrid, con revolución desde el banquillo, les daba a los de Chus Mateo una nueva renta y empezaba a hacer dudar a los de Lakovic de sus posibilidades de sorpresa (38-48) a pesar de haber ganado el tercer parcial del choque por 22-17.
Y metiendo el dedo en la yaga, el Madrid le dio una vuelta de tuerca a su intensidad en el juego. Con acierto en ataque e impidiendo al cuadro insular anotar en juego y sólo permitiendo sumar punto a punto desde las línea de tiros libres, hacía ‘desangrar’ a un Dreamland que ya perdía la fe con más de cinco minutos por jugar al ver la diferencia otra vez en 13 (44-57).
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Alineaciones:
Dreamland Gran Canaria (9+9+21+14): Albicy (3), Kljajic, Brussino (14), Pelos (2), Tobey (6) –equipo inicial-, Conditt(6), Salvó 87), Shurna (7), Samar y Thomasson (9).
Real Madrid(12+19+17+21): Campazzo (9), Abalde (4), Musa (2), N’diaye, Tavares (5) –equipo inicial-, Hugo González (8), Hezonja (14), Fernando (8), Llull (12), Feliz (5) y Garuba (2).
Árbitros: Juan Carlos García González, Carlos Cortés y Alberto Baena.
Marcador cada cinco minutos: 5-6, 9-12, 16-19, 18-31, descanso, 32-36, 40-48, 46-57 y 54-69.
Pormenores: 21ª jornada de la Liga ACB. Pabellón Gran Canaria Arena. En los prolegómenos se homenajeó a Eddy Tavares. 8.058 espectadores.
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