El 15 de octubre de 1985, hace ahora cuatro décadas, llegaba a Gran Canaria la primera jugadora extranjera que se iba a incorporar al balonmano insular a través del Tirma Gran Canaria. La deportista internacional elegida entonces por el técnico-presidente del club, José Antonio Rodríguez Nordelo, era la sueca Helen Ekelund. Se incorporaba a una entidad con un tradicional proyecto basado en la cantera, pero con el objetivo de dar un impulso a su propia carrera deportiva y al equipo.

Ekelund fue el gran fichaje de la época, pieza fundamental en el segundo ascenso del equipo a la División de Honor. Y también para la conquista del título de España de Primera División ganado por el Tirma Gran Canaria en Getafe, en abril de 1986, en la final frente a las donostiarras del Bidebieta (17-8).

Procedía Helene Ekelund del HP Warta de Goteborg, equipo que pujaba en su país por el título de Liga sueco. Al llegar a Gran Canaria había sido 25 veces internacional juvenil, otras 25 ocasiones con el equipo sueco junior y había defendido en 29 partidos la portería de la selección absoluta. Había disputado dos campeonatos del Mundo: En Dinamarca y Polonia.

Su incorporación a las órdenes de Nordelo resultó una gran sorpresa, porque no era entonces habitual que los equipos grancanarios se nutrieran con jugadores del exterior, menos aún extranjeros. Ekelund fue la pionera internacional. En el balonmano masculino ya el Canteras UD había introducido a sus primeros jugadores extranjeros con el fallido intento del fichaje del alemán Karl Heinz Nolde, pero sí con los extraordinarios daneses Jan Lauridsen (lateral) y Jens Christensen (portero).

 “Helen nos dejó impresionadas desde el primer día porque era una jugadora de gran nivel”, reconoce Dora Hernández, que precedió a la jugadora nórdica en la misión de portería de aquel histórico equipo. “Era una porteraza. Su gran virtud en el juego fue el contragolpe, que lanzaba magistralmente. Con su visión de juego ganamos muchos partidos, además de la seriedad en portería”.

“Y como compañera”, añade Dora, “una chica magnífica, que se integró muy fácil en el grupo. Todas las compañeras la estimaban. Creo que cuando se marchó de la isla ya dominaba bastante el español. Al principio nos comunicábamos como podíamos”.

40 años atrás llegaba Ekelund. Y el destino quiso que su primer partido con el Tirma en la Liga de Primera División (Canarias) lo ganara 19-2 … contra el Remudas. La historia dio un vuelco con el paso de los años.