EFEMÉRIDE

* Se cumple una década del 2-0 al Real Zaragoza que cerró la más larga etapa de la UD Las Palmas ajena a la Primera División
Ya ha pasado una década y las escenas de aquella tarde del 21 de junio de 2015 en el Estadio de Gran Canaria quedan imborrables en el tiempo. Este sábado se cumplen diez años de una alegría indescriptible, la del sexto ascenso de la UD Las Palmas a Primera División. Era también el cierre de un ciclo de 13 temporadas de alejamiento de la máxima categoría, la más larga etapa de ausencia grancanaria de la élite.
Primero Roque, luego el Chino
El equipo dirigido por Paco Herrera, impulsado por una afición que captó el mensaje de aliento del propio técnico asociado a la guagua, supo y pudo remontar ante el Real Zaragoza el adverso marcador de la ida en La Romareda (3-1). Primero llegó el tanto de Roque Mesa, que abrió el camino durante la primera parte. Y ya cuando el encuentro estaba en su contrarreloj final, llegó el toque de Sergio Araujo para colocar el 2-0 definitivo.
Las Palmas, como cuarto clasificado al entrar en la liguilla, hizo valer así su condición de local sobre el rival maño -sexto en el campeonato- que había dejado fuera de combate a un pujante Girona al dejar k.o. en Montilivi (1-4) contra pronóstico.
Pero los amarillos estaban heridos, con ganas de saciar la frustración del Cordobazo un año antes. No hubo un instante de sosiego en la eliminatoria hasta el pitido final.
Ocho jugadores grancanarios en el once
Y entonces, ya con el retorno a la Primera División consolidado, se desató la euforia. Fue un ascenso cargado con señales de cantera, porque ocho de los titulares de aquella tarde pasaron por la cadena formativa del club (David Simón, David García, Aythami Artiles, Ángel López, Roque Mesa, Javi Castellano, Asdrúbal Padrón y Jonathan Viera), a los que añadir el relevo de banquillo Hernán Santana, además de los jugadores reservas Raúl Lizoain, Nauzet Alemán, Dani Castellano y el mismísimo Juan Carlos Valerón. Casto, Culio y Sergio Araujo completaron el once de un día tan memorable.
La efeméride de un día sanjuanero sirve para recordar que el camino en el que ahora está la UD Las Palmas de nuevo es duro, pero también el premio es un regalo eterno para su afición.
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El momento cumbre
El balón lo habían desviado con dos toques aéreos Ortuño y Aythami Artiles. Y allí estaba Sergio Araujo (Foto Mykel) para colocar su bota y llevar el esférico a las redes de la portería de Naciente. Era el 2-0, el momento cumbre de un día imborrable en la memoria del planeta amarillo grancanario.
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