Milos Lukovic, con un remate de gran categoría, evitó este viernes que la SD Huesca fuera el anfitrión verdugo de la UD Las Palmas esta temporada. El serbio sacó de la nada un chut diagonal a media altura que permite al conjunto de García Fernández regresar con un punto valioso, en un escenario que se mantiene como maldición para el conjunto representativo.

Las Palmas no supo aprovechar los primeros 45 minutos de juego, con un exceso de horizontalidad en su juego. Se vio detrás en el tanteador y finalmente, con un arreón en la segunda parte, fue capaz de rescatar el empate (1-1) que le permite mantenerse entre los elegidos del vagón cabecero.

La primera novedad del partido estaba en la foto oficial de la UD, donde Kirian aparecía por primera vez esta temporada como titular en un once de García Fernández. El técnico tenía en el verde oscense a una nueva solución a la salida de balón y la pieza de acople con el pivote Amatucci.

El Huesca también clonó lo que anteriores rivales de la UD hicieron, con una presión numerosa y atrevida en el rectángulo de juego visitante durante los primeros minutos. Las Palmas tenía que aplicar al partido las dosis de paciencia que le permitiera fermentar el juego que encontrara perfiles para el ataque. Pero no tuvo éxito en ese empeño porque su serenidad la condimentaba con baja voluntad de ocupar posiciones de ataque, sin presencia en la práctica totalidad del primer tiempo.

Cloroformo al balón

Dos disparos alto de Enol y Ángel a los 16 y 20 minutos respectivamente fue toda la producción de ambos equipos en la apertura del encuentro. Las Palmas, a raíz de esas jugadas, trató de poner cloroformo al balón, sin preocuparse de la profundidad de sus combinaciones. Entendía que era el momento de desconectar la idea de un rival con posesiones cortas y con un fútbol más directo.

Ale García protagonizó la primera salida visitante a los 22 minutos, con una carrera por la izquierda y pase que no encontró a Lukovic como destinatario. Y así pasaban los minutos sin ninguna incidencia más que el abundante tráfico de jugadores en el centro del campo y en las bandas bien vigiladas.

Todo parecía que el 0-0 iba a ser el marcador en la tregua cuando, en el minuto 44, el Huesca dio el primer zarpazo al partido. Lo hizo con una jugada tradicional del fútbol del Norte: Balón colgado desde la banda y remate de cabeza de un delantero de referencia. Ese gol fue obra de Enol y provocó que en la tregua del encuentro García Fernández tuviera que remover sus apuntes en el intento de reacción visitante.

Otro partido en la segunda mitad

En 22 segundos de la reanudación Las Palmas logró generar el primer disparo con intención peligrosa, obra de Kirian. El jugador de Candelaria probó desde fuera del área, pero el cuero se perdió junto al poste.

Dos minutos después Iván Gil lo intentó con el mismo destino que su compañero, lanzando cruzado. Y en el 50 fue Ale García el que chutó, desviando un defensa a córner justo a tiempo. Entre ambas jugadas, una acción del local Luna que también tuvo la misma fortuna que sus adversarios.

El partido había recibido una dosis de velocidad y, sobre todo, ambición ofensiva de los visitantes. Las Palmas controlaba el encuentro asumiendo riesgos, pero con una manera de actuar más reconocible, aún faltándole el veneno en la definición.

Luis García agitó el banquillo, incluso con la opción de dos arietes (Lukovic-Mata) para incordiar a una zaga local que estaba hundida en el campo, pero segura de su escudo. Y fue así cómo llegó el empate, a los 78 minutos, con un remate de categoría de Milos Lukovic. El serbio necesitó apenas un instante para armar desde la esquina del área y enviar un misil inalcanzable para el portero local.

Quedaba tiempo para la remontada completa y Las Palmas los invirtió con ambición. Pero no logró encontrar una nueva ocasión ante un rival que también este punto le supo a victoria.