Noche de thriller en Pucela. La UD Las Palmas se llevó un punto frente al Valladolid (1-1), aunque siguen los amarillos negados con la victoria en 2025. Pudieron ganar, porque lograron ponerse por delante en el marcador pronto. Se vieron en complicaciones tras la expulsión de McKenna, que pagó un clamoroso error de Essugo. Le empató el Valladolid en la segunda parte y finalmente tuvieron que atrincherarse los jugadores de Diego Martínez para salvar al menos un punto ante un rival que está herido y al que no le vale tampoco el empate.

Apenas había transcurrido minuto y medio cuando la sala VAR tuvo labor tras una caída de McBurnie en disputa con el portero Karl Hein. El escocés llegó a tocar el balón antes de ser barrido por el guardameta estonio, pero De Burgos y su asistente no consideraron la acción como penalti.

Las Palmas entró de inmediato en un encuentro que resultaba extraño por la ausencia de los aficionados locales. Quería el balón y obligar al Valladolid a crear sus propias dudas. 

Al dominio de los visitantes le faltaba la pimienta del remate. Pero a los 20 comenzaron los ensayos. Primero fue Viti, con un misil desde fuera del área que rechazó el portero Hein. Y un minuto después el intento afortunado fue de Sandro Ramírez, con un disparo que cambió su trayectoria tras tocar en un defensa. El balón acabó en las redes pucelanas y el esfuerzo isleño comenzó a tomar sentido.

Inexplicablemente con el 0-1 fue el Valladolid quien despertó y creó sus ocasiones. Llegó a anotar, incluso, pero el gol de Marcos André fue anulado por fuera de juego. Las Palmas cometía errores y uno muy grave de Essugo, cediendo mal un balón hacia atrás, provocó el caos en el equipo. McKenna hizo falta como último defensor y se fue a la ducha expulsado. El despiste del portugués, que no había sido el primero, costó muy caro al equipo.

Diego Martínez tuvo que recomponer el bloque de retaguardia con la entrada de Juanma Herzog, sacrificando a McBurnie. El partido cambió de mano porque el Valladolid se estiró y a los amarillos le tocó contener la situación que era favorable en el marcador, pero ya no en el verde.

Desde la expulsión de McKenna la UD se sacrificó para proteger el corto tanteador, que peligró en el minuto 44 con un gol de Anuar. Sin embargo, de nuevo se había adelantado a la defensa y el colegiado se percató de esta circunstancia. Al descanso Las Palmas había logrado ir por delante, pero sus pérdidas a nivel de juego eran muy peligrosas.

En el inicio de la segunda parte, dos nuevos cambios. El más importante fue el de Mármol (lesionado en un tobillo) por Bajcetic, que ejercía la función de zaguero central junto a Juanma y Alex Muñoz, porque Las Palmas pasó a defender con cinco en última línea.

El Valladolid se jugó el todo por el todo, a la vista de que Las Palmas no evolucionaba en ataque. Álvaro Rubio realizó cuatro cambios de una tacada, instantes antes de que llegara el gol del empate obra de Latasa. Fue un balón colgado con un desvío de André y remate de su compañero en la boca del cañón.

El asedio del Valladolid fue obsesivo, malogrando una tras otra oportunidad. Algunos disparos no lograron el objetivo por anticipa y otros por la intervención de Cillessen, en especial un guantazo a disparo de Raúl Moro.

El agobio final fue insufrible para el aficionado grancanario, porque su oponente se vació con una oleada de disparos. Cillessen tuvo que intervenir de nuevo y con los amarillos en la trinchera el partido acabó al menos con un punto, que el tiempo dirá cuál es su verdadero valor.