Mojica no rezó lo suficiente

La gacela colombiana encontró en el partido la versión más defensiva de David Simón, que corrió a la misma velocidad como una sombra insobornable

M.B.

Uno de los puntos calientes del encuentro estaba en la banda derecha defensiva de la UD Las Palmas. Por ese carril quería correr Johan Mojica, posiblemente el extremo más veloz de la Segunda División o de toda la Liga española, con permiso de Thievy. En esa banda, sin embargo, volvió a encontrar a David Simón, una sombra insobornable que le siguió con limpieza en todas las iniciativas.

Este domingo, Simón exhibió frente al Valladolid la versión más defensiva de su fútbol. A él le hemos visto galopar hasta la línea de fondo; para luego volver con todo su motor a pleno gas. Sin embargo, no había que asumir riesgos y el cometido para controlar al jugador caleño tenía una alta responsabilidad. Prácticamente volcó todas sus energías en ello.

Mojica rezó antes del partido, como hace habitualmente. Pero no le sirvió de nada. David estuvo atento a cada uno de sus movimientos, de sus zancadas y de sus amagos o jugadas de habilidad. Apenas una vez lo logró pero, de inmediato, apareció Javi Castellano. El colombiano, que lleva el nombre de pila Johan, dice correr los cien metros en 10.9. Con ese tiempo, a pesar de las botas de tacos, podría presentarse para pruebas atléticas de velocidad. Es un arma ofensiva del Valladolid esta temporada y si, el partido genera espacios, un peligro constante.

Pero Mojica, cuando ya ocurrió en el estadio José Zorrilla, no pudo con Simón. Paulatinamente se fue apagando hasta que su entrenador le sentó en el banquillo, cuando ya había agotado casi todo el combustible. No se pudo exhibir, pero el esfuerzo de controlarle también desgastó a David en la otra faceta del juego. El miedo a perder siempre rondó en el ambiente de un partido en el que no hubo ganadores reales.

Fotos de la noticia: C. Torres