OPINIÓN

No hay que viajar mucho en el tiempo para recordar lo importantes que han sido en el proyecto de la UD Las Palmas tanto Jonathan Viera como Jesé Rodríguez, de forma individual y conjunta. Y cómo los aficionados grancanarios celebraron y padecieron sus aciertos o desdichas, porque de todo hay en el camino de una profesión como la que ellos eligieron.
El destino ha querido que vuelvan a unirse en la misma nave en la que juntos estuvieron cerca de llegar a la Primera División en 2022. Ambos, unidos o por separado, son los refuerzos más experimentados de los ocho que ha presentado en el verano el director deportivo Luis Helguera. Y también ambos, con sus 35 y 32 años respectivamente, han repetido un mismo mensaje al emplear la puerta giratoria de la UD Las Palmas: “Vengo a ayudar a los jóvenes, a asumir el rol que me asigne el entrenador y a disfrutar de mi equipo”. Esa es la síntesis del mensaje que ha servido como tarjeta de presentación en los regresos.
En el caso de Viera, no puede tener mejor inspiración personal que la de Juan Carlos Valerón, al que conoció como compañero cuando el Flaco tenía 39 años de edad y era actor de relevo en el reparto de papeles de Paco Herrera. Los consejos de Valerón fueron muy útiles en aquella etapa, como descubrió el propio Roque Mesa. “Me dijo: Roque, estás equivocado. Primero debes coger confianza con las cosas fáciles, para que luego puedas hacer las más complicadas”. Sencillas palabras que ayudar al teldense a ofrecer su mejor versión futbolística de amarillo. Detrás del ascenso de 2015 hay gestos invisibles de profesionales de tanta calidad humana como la de Juan Carlos.
No existiría duda alguna sobre el potencial de ataque que tendría la nueva UD Las Palmas si Jonathan Viera y Jesé logran en 2025-26 recuperar la cúspide de sus rendimientos, como ha ocurrido en otros momentos de sus carreras. Si fuera así, el foco de la Segunda División se dirigiría inequívocamente al Estadio de Gran Canaria, sin olvidar que otros actores de nivel también están en el proyecto amarillo. Y tampoco se puede obviar los jugadores emergentes por los que se ha realizado una apuesta. Ese es uno de los retos Luis García Fernández, como en su día lo fue para García Pimienta cuando dirigió a ambos (14 goles Viera y 11 Jesé, respectivamente, en 2021-22; 5 y 6 asistencias también).
Ese es el recuerdo al que hacemos referencia, aunque ellos mismos admiten que la ‘saeta del reloj’ no ha parado. Más de 21.000 abonados volverán a verlos otra vez en el Estadio de Gran Canaria y son los que verdaderamente les van a enjuiciar. Estamos convencidos de que estarán dispuestos a aplaudir a esos jugadores como ellos -y otros más de la actual plantilla- que son diferentes, capaces de influir en la opinión de una grada o en la dirección de un proyecto.
Viera y Jesé, no obstante, tienen una ventaja sobre el resto: Solo ellos con su talento tienen al alcance cualquier solución.



