Antes del encuentro indicábamos en estas mismas columnas digitales que Valladolid presentaba todos los incentivos para un conjunto como la UD Las Palmas que quiere seguir creciendo en la competición. Tenía el aliciente de que una victoria permitiría a los amarillos cruzar la madrugada del viernes al sábado en Primera División como primer clasificado. Además, el frenar a un rival directo, mostrar las hechuras de equipo visitante -ya ha ganado 13 puntos en la Península- o exigirse a nivel defensivo.

Y es en esta faceta, la que presenta el equipo con menos goles en contra de toda la Liga Profesional, donde se cimentó el triunfo tan importante en un escenario donde antes solo se había ganado en 3 ocasiones. El excelente gol de Pejiño, una pieza más recuperada para la competición por García Fernández, no tendría sentido alguno sin la fortaleza defensiva de los amarillos en Pucela, anulando el generoso esfuerzo del Valladolid como antes le ha ocurrido a otros cualificados adversarios.

Porque eso de que “la defensa una muralla donde se estrella el contrario” que narra la propia letra del himno auténtico del club grancanario es hoy una realidad. Se podría hablar en este encuentro de Valladolid de los momentos puntuales en que apareció Horkas, también del sacrificio de todos los que participaron para el nuevo ‘cero’ en la portería isleña o del modelo que sigue ratificando la teoría del entrenador.

Pero en esta faceta de guardianes del universo UD sobresale la aportación del gallego Sergio Barcia, día a día creciente jerarca en las tareas de contención de los amarillos. Su solvencia ante el Valladolid llegó por todos los costados previstos, en un nuevo partido sin riendas. Es el dandy del viernes con su buen juicio en los cruces, en el forcejeo del cuerpo a cuerpo, en la resolución de balones aéreos colgados al área o en la faceta donde es líder en la Liga: pases buenos acumulados. Ningún jugador lo luce como el futbolista cedido a la UD por el Legia de Varsovia.

En esta victoria, donde tuvo mucha importancia el matiz defensivo de la UD Las Palmas, todos los caminos condujeron a Barcia. Es, junto a Horkas, el amarillo que ha acumulado al completo los 1.260 minutos cubiertos en el campeonato. Has ahora es una apuesta segura en todas las alineaciones de García Fernández combinando con cualquier compañero en la zona central defensiva.

Si Barcia pensó que venir a Las Palmas era una oportunidad para relanzar su carrera, ha dado en el clavo. Precisión es la palabra que le acompaña en este primer tercio de campeonato.