Supo a poco la versión buena de Januzaj como jugador de la UD Las Palmas. No pudo el belga cumplir su promesa cuando arribó a Gran Canaria, cargado de ilusiones, con permiso del Sevilla CF. “He venido a hablar en el campo”,dijo tras mostrar su camiseta de pintaderas en el acto de presentación de Barranco Seco.

“Me apetece demostrar a la gente de lo que puedo seguir haciendo. Quiero volver a disfrutar del fútbol aquí”, matizó.

Pero no estaba en sus planes las distintas etapas lesionado que han condicionado plenamente su año de amarillo y su contribución al juego de ataque del equipo que apostó por él. “No ha jugado más, porque tiene un historial de lesiones” que no ha podido cerrar en la isla, recordó recientemente Diego Martínez.

El zurdo centrocampista participó en apenas 591, la mayoría fraccionados en 18 encuentros. De ellos, solo en 5 oportunidades logró estar en la foto del once del día, una situación realmente dura para un futbolista con tanto calado como el que en otras etapas llegó a mostrar en España.

El dato más ilustrativo es que solo jugó un partido completo con la UD (frente al Celta). 

El rastro de Januzaj deja apenas 2 goles, una asistencia y 2 disparos más a los postes. Su tanto frente al Getafe, que no sirvió para puntuar, le quitó un tapón personal de 2 años y 8 meses sin marcar en la Liga, con paso previo de puntillas por su club de procedencia (Sevilla).

Su gol más importante en este año de paso con Las Palmas se produjo en el tiempo extra frente a Osasuna (1-1), para salvar los muebles en un partido que se había complicado mucho con el 0-1 de Aimar Oroz.

Intentó anotar en 16 ocasiones, en muchas de ellas ya en la recta final de los partidos y cuando el equipo estaba sometido a la contrarreloj del día.

El de Januzaj era, en teoría, un fútbol para apreciar por los aficionados de la UD Las Palmas. Pero su tan condicionada musculatura, expuesta a constantes recaídas, lo impidieron.