EL DANDY DEL PARTIDO

García Fernández es un técnico al que le gusta ser detallista, de eso no cabe duda. En cada alineación sitúa alguna novedad, de momento sin vocación a repetir la foto inicial del partido con independencia del destino del resultado anterior.
En El Molinón fue Pejiño la principal novedad en el inicio, la segunda vez en la nueva etapa técnica de la UD Las Palmas. No era un partido fácil para el barbateño ni para el resto de los compañeros que actuaron ante uno de los peores Sporting de Gijón que recordamos: Timorato, atenazado en defensa y casi sin voluntad para abordar el juego de los amarillos. Incluso el de Borja Jiménez empeoró una de las actuaciones famélicas de la etapa técnica astur de Abelardo Fernández, que también acabó en tablas.
Desde la temporada 2002-03 siempre se habían producido goles en los Sporting-Las Palmas, con sabor de partido grande. Pero Jiménez optó por un atrincheramiento defensivo basado en el número de barras rojiblancas y Las Palmas tuvo nula eficacia para encontrar espacios. O casi.
Porque fue Fran Pejiño en jugador que descubrió alguna brecha matizando su juego con la improvisación y habilidad. No se trataba de ello, pero a falta de sociedades visitantes eficientes, el barbateño firmó las mejores jugadas de un partido que no se recordará por su brillo. Fue la luz de una luciérnaga en la 'noche futbolística' que se vivió este domingo en El Molinón, por deseo expreso del Sporting. Sin duda la ocasión que Pejiño brindó en el primer periodo a su compañero Lukovic, rechazada por el portero local, fue lo mejor de toda la tarde y merecía el premio del gol.
Desde el ascenso de 2023 con García Pimienta no le están yendo bien las cosas al extremo andaluz. El tiempo empleado ante el Sporting debería reforzar su convencimiento personal para que pueda recuperar el regate y el disparo del que hizo gala desde su llegada a la UD Las Palmas. Por momento en Asturias volvió a asomar la zurda que tanto ha admirado la afición grancanaria.



