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Opinión

  • En nuestros días echamos en falta una serie de valores que tuvimos la fortuna de compartir, que nos enseñaron en el día a día durante el proceso de maduración de la persona. Valores que venían inculcados por las acciones de las personas que teníamos como referente, empezando por nuestros padres biológicos, y también por nuestros padres profesionales. En ese sentido puedo decir con mucho orgullo, que mi punto de orientación, el hombre que me cogió muy joven y nos condujo en este devenir de la profesión periodística, de la información deportiva en concreto, fue Antonio Lemus del Moral.

    Ahora que se cumplen veinte años de su despedida de este mundo y miramos hacia nuestra juventud hace ya muchísimo más años, tenemos que decir, gracias y mil gracias por aquellos consejos que nos daba, por darnos oportunidad donde en la actualidad se ponen trabas. Lemus nos enseño primero que nada el respeto. Respeto hacia los deportistas, hacia los dirigentes y principalmente hacia los lectores. Había que trabajar al máximo la información, para que fuera veraz y sobre todo, en el caso de las críticas, que el enjuiciado no se sintiera ofendido. Para hacer una crítica no había que ofender, ni entrar en la vida privada de nadie.

    La discreción, asumir que nosotros solo trasladábamos a nuestros lectores, lo que acontecía sobre un terreno de juego o en un despacho, en función de lo que fuera la información. Nos enseñó a querer a nuestra Unión Deportiva Las Palmas. Por arriba de cualquier situación estaba el club que había nacido de la fusión de los cinco clubes históricos de la ciudad, de la que él había sido uno de sus notarios, y no por referencia, sino por vivencia propia. El fue testigo cada día de aquel acontecimiento de hace setenta años.

    Lemus contó con un don innato. Su pasión por el fútbol lo convirtió en el único periodista deportivo de Canarias que, hasta la fecha, ha recibido la distinción del Premio Canarias de Comunicación, en 1998. Hoy en día, donde tanta "titulitis" tienen algunos, vemos como a Antonio Lemus fue el icono del periodismo deportivo canario sin haber pasado por ninguna Universidad y sin habérsele "regalado" el titulo por el gobierno de Franco en los años sesenta. Fue un ejemplo claro de humildad y de grandeza.

    Su despedida en 1999 se produjo en la sede social de la UD Las Palmas, en Pío XII, donde por iniciativa del entonces presidente, Manuel García Navarro, amigos, lectores, simpatizantes y muchas personalidades ofrecieron su cariñoso adiós a un amarillo eterno. Incluso el mismo Sergio Kresic y sus jugadores dedicaron la victoria en el siguiente partido a un periodista que no habían conocido, pero del que oyeron hablar mucho.

    Han pasado ya veinte años, y su ausencia se deja sentir, sobre todo en lo concerniente a la información deportiva, aunque su vida profesional alcanzó más terrenos, incluida la política, desde las distintas vertientes, la crítica, la investigación, la entrevista, y como no, su análisis preciso en el "Cada Día" que nos ofrecía diariamente. Su despedida, en aquel mes de octubre de 1999, fue en la sede del club, en la calle Pío XII, desde donde mismo partieron Juanito Guedes y Tonono, grandes del club, como Antonio Lemus lo fue de la información deportiva.