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Opinión

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    Germán Suarez fue el primer presidente de la era del grupo de Gestión Deportiva, cuando los cuatro empresarios grancanarios decidieron hacerse cargo del club amarillo cediendo el Cabildo Insular las acciones a Germán, Tadeo, Eustasio López y los hermanos Dominguez el control del club. Se había retornado a la Segunda División A y desde el Cabildo se optó por traspasar la Sociedad a capital privado, optando la Corporación Insular por Gerencia Deportiva que competía con el grupo Martinón, de Lanzarote, por hacerse cargo de la Unión Deportiva Las Palmas.

     

    En aquellos momentos conocíamos a Ángel Luis Tadeo, un futbolero cien por cien desde la época del Sporting San José; a Eustasio López por otros motivos, a las Hermanos Dominguez por el asunto de los supermercados, pero: ¿quién es Germán Suárez?. Buscando en los archivos de La Provincia no encontrábamos fotos de él y fue gracias a nuestro compañero Juan Francisco Fonte, gran conocedor del mundo del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria, que Germán era el presidente de Asticán, y que había una foto de una entrega de un premio que le habían concedido recientemente. Así empezamos a descubrir a Germán Suárez, que todas las semanas iba por la calle Mendizábal, frente al Herreño, y tenía largas charlas con Paco, el de las pinturas. Un gran empresario que no olvidaba sus raíces y sus amigos.

    Germán, gran amante de los puros, tanto se reunía con el mismísimo Rey de España o con el Presidente del Gobierno, que con un humilde trabajador, con el que también mantenía una relación normal, sin presumir del poderío económico y social que poseía. Un hombre hecho a si mismo, y en esa misma línea trabajó en la Unión Deportiva Las Palmas, tanto como máximo mandatario como consejero e, incluso, hasta después de su marcha del club. Asiduo asistente a todos los partidos del equipo en el Insular, junto a su familia y amigos, Germán siempre fue igual, y ayer, cuando antes del partido en el Heliodoro, nos dieron la trise noticia de su repentino fallecimiento, sinceramente recibimos un duro varapalo. Cierto es que somos aves de paso en este mundo, pero por más que sabemos que eso es así, no nos acostumbramos a ello. Hace pocos días se nos fue otro amigo, Ernesto Aparicio. Ahora Germán Suárez. Si, que es ley de vida, pero nos duele que hombre con tanta gallardía, caballerosidad, ejemplos para muchos se nos vayan de entre nosotros, aunque difícilmente se irán del todo, porque el ejemplo que nos dieron se nos queda gravado por vida.

    Ya no veremos a Germán quemando puros, su gran pasión. Pero si podemos afirmar y decirle alla donde esté, que estamos muy agradecidos de todo lo que hizo por nuestra Sociedad, por su pueblo canario, y en el caso que nos ocupa, por la Unión Deportiva Las Palmas. Descansa en paz amigo Germán.