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Opinión

  • Realmente nos apena que Sergio Araujo haya sido noticia a nivel nacional, e incluso internacional, no porque su gol in-extremis ante el campeón de Europa, el Real Madrid, hizo que el equipo galáctico de Zidane no saliera victorioso del Estadio de Gran Canaria, sino porque ha tenido que comparecer en el Juzgado por un incidente con la Guardia Civil tras un control de alcoholemia minutos antes de que fueran las ocho de la mañana del lunes. Se pasa de héroe a villano en cuestión de minutos, y lo peor es que lo último es más llamativo que ese empate ante el todopoderoso Real Madrid.

    Y no es la primera vez que esto le sucede al delantero argentino. Ya el año pasado estuvo en el incidente de la discoteca Chester, después de la derrota del Barcelona. Un escándalo que apagó el ciclo de Nauzet Alemán en la plantilla amarilla al finalizar la campaña, y que a Araujo le llovieran criticas y pitos desde la grada en las escasas apariciones que tuvo después. Unos pitos que en esta campaña se habían transformado en aplausos y los aficionados "perdonaron" la indiciplina del jugador, que se volvió a reencontrar con el gol, su gran arma para triunfar en el fútbol.

    Independientemente del daño que causa estos incidentes a la Unión Deportiva Las Palmas y pese a las muestras de apoyo que, como no podía ser de otra forma, le han dado sus compañeros, su entrenador y su presidente, creemos que Araujo tiene que hacer una autocritica de su conducta, de sus hábitos, buscando en sus medios más cercanos el consejo, la comprensión, para evitar demadres que le perjudican en su ámbito laboral. La vida profesional de un fútbolista es relativamente corta. Podrá ganar mucho dinero ahora, pero tiene una fecha fin, y lo malo es no tener cabeza suficiente para evitar que la culminación de la carrera se adelante.

    La reiteración de los hechos demuestra que algo está fallando. Araujo está hoy en Las Palmas y a lo mejor mañana estará en otro lugar del planeta, jugando o retirado, pero sus problemas extradeportivos, si no los afronta, le pueden seguir siendo vigentes. ¿Perjudicado?. El, sólo él. Por eso, su paso por la Unión Deportiva Las Palmas puede ser recordado por sus goles o por sus actos de indiscriplina y su conducta no ajustada a un deportista profesional. Depende de él. Está en sus manos, y solo pedimos que los que están a su lado, le ayuden, pero de verdad. Recordamos como en la temporada pasada el padrastro de Araujo salía a la palestra reclamando la titularidad para Sergio, ingeriendose en las tareas de Setién. El mundo al revés. Apóyelo y llévelo de la mano si es preciso. Conductas de éstas pueden acabar con su carrera. Somos conscientes que son gente joven, con mucho dinero en el bolsillo y eso te lleva a alegrías desaforadas. Pero si los agentes son los que están en primera fila para negociar contratos, para sacar tajada del jugador, también tienen que estar en ese lugar para ayudarlo en los momentos criticos. Araujo: tú tienes la palabra.