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Opinión

  • Parece mentira que un árbitro que lleva en Primera División varias temporadas (cuatro con la actual) que, incluso, el año pasado fue seleccionado para el grupo de colegiados elegidos para ser internacional, demuestre tanta cobardía en un partido de fútbol. Y no es la primera vez que Martínez Munuera muestra esa flaqueza cuando recibe presión desde la grada, y ya se sabe que el ambiente del "Sanchez Pizjuán" es tremendo y un árbitro con esa debilidad es fácil que caiga en el error. Los tuvo, varios, a lo largo del encuentro, permitiendo a los sevillistas protestas y acciones violentas (por ejemplo, lo de Mariano a Livaja), pero en los últimos minutos del partido, cuando más apretaba el Sevilla y su afición, simplemente se amedrentó.

    No sólo con el penalti inexistente de Bigas sobre Vitolo, donde el examarillo supo poner el cuerpo para dejarse caer y hacer picar al árbitro, que lejos de amonestarlo por fingir una falta, pitó penalti y dejó a Las Palmas con uno menos. Luego, alargando el partido hasta que el Sevilla marcara. Un duro golpe que nos hizo recordar el día del Córdoba, en el Gran Canaria. Pero además, en la acción preliminar al teatro de Vitolo, pasó por alto un penalti a Livaja de Mariano. Fueron varias jugadas en apenas diez minutos.

    Sin llegar a ser profesionales con dedicación exclusiva, como ocurre en la Premier, los árbitros españoles cobran un sueldo del nivel de un ejecutivo, y de ahi que la exigencia que hay que aplicarle tiene que ser muy alta. Lo menos que se le puede pedir es tener los arrestos necesarios para afrontar situaciones como la que vivió Munuera en Sevilla. Sus errores han sido decisivos para desvirtuar un marcador. Así de sencillo. Por que no fue un error, dos, tres y más, alargando sin necesidad un encuentro cuando había concedido tres minutos de prolongación.

    Y ahora, el simplon de Monchi diciendo: "Ladran, luego cabalgamos". No sé cómo explicará la frase de marras este muchacho. Parece que le dolió que Las Palmas no se doblegara ante sus pretensiones de llevarse a bajo precio a Roque Mesa en esta pretemporada. Menos mal que el Sevilla está por encima de este tipo de personajes.