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Opinión

  • Sabíamos que el apoyo iba a ser incondicional. El grito de ánimo que recibieron los jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas se oía en el recinto de Siete Palmas antes de que los jugadores llegaran al Estadio de Gran Canaria. Había que poner toda la carne en el asador y las Peñas se pusieron a la obra, consiguiendo esa nexo de unión que fue constante a lo largo de los noventa minutos, por más que el gol que daba el ascenso se hiciera esperar. Roque abrió la puerta de la esperanza en el primer tiempo, y la portería maldita del año pasado nos debía un gol histórico y por ahí entró el remate de Sergio Araujo.

    Las Palmas tenía que ascender sí o sí esta temporada, tras realizar una magnifica primera vuelta. En la segunda no se estuvo tan acertado y eso nos condenó al play off, donde nos clasificamos por delante del Real Zaragoza, que entró de convidado en la opción al ascenso a última hora, como el Córdoba en la anterior campaña. Un grupo de imbéciles echaron aquel 22J toda la ilusión por tierra, pero ésta vez no, y la afición estuvo como siempre ha sido, de Primera.

    Este ascenso no es sólo de la U.D. Las Palmas, es el ascenso de la isla de Gran Canaria, que necesitaba una inyección de auto estima y la misma está proyectada por nuestro equipo representativo. Había que ver la cara de felicidad del nuevo presidente del Cabildo, Antonio Morales, del nuevo consejero de deportes, Angel Victor Torres, o del Alcalde de la Ciudad, Augusto Hidalgo. Esto es llegar y besar el santo. Nuestro equipo los hace más importante. Nuestra Isla va a estar en las televisiones de todo el mundo, porque entramos en la mejor Liga del planeta.

    Ver las imágenes de Paco Herrera llorando de alegría; las de Miguel Ángel Ramírez; las de Rafa Méndez, Nicolás Ortega, Héctor de Armas, gestores de un proyecto que ha culminado con éxito, he de reconocer, que el trabajo ha valido la pena. Ha sido un logro conseguido con mucho nervio, mucha tensión y eso lo hace más grande. Los jugadores de Las Palmas se vaciaron ante un Zaragoza que vino a especular, a esperar que el tiempo pasara. Paradoja de la vida, en los últimos minutos Popovic, el técnico maño, le reclamaba al árbitro que los jugadores amarillos estaban perdiendo tiempo. ¡Qué cosas!.

    Ahora vendrán las recepciones, los festejos, pero desde hoy la Secretaría Técnica o Dirección Deportiva, como ustedes quieren denominarlo, tienen que empezar a planificar la temporada próxima, que está ahí, a la vuelta de la esquina, a dos meses de que la Unión Deportiva Las Palmas vuelva a estar de nuevo ante un partido oficial y en....Primera División. Habían muchas ganas y al final se logró. Las lagrimas ayer del Gran Canaria eran de alegría.