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Opinión

  • Antonio Betancort ha sido el mejor portero canario de todos los tiempos. Sus mayores triunfos profesionales los consiguió en el Real Madrid, donde escribió paginas inolvidables en el Madrid de los "ye ye" de los sesenta. Una vida plagada de éxitos con las Copas de Europa, Liga, Copa del Rey y trofeo Zamora en dos ocasiones, suscriben que estamos en la despedida de uno de los grandes del fútbol canario. Lanzaroteño de nacimiento, Antonio fue un siempre un caballero, de la escuela madridista, donde era muy apreciado y querido.

    A la derecha, Betancort y Tonono, dos grandes del fútbol de Canarias. La foto corresponde a su última etapa como jugador amarillo (Norberto Rodríguez)

    Su buen quehacer profesional lo llevó a ser el hombre de confianza de Jesús García Panasco en la Unión Deportiva Las Palmas. Colgó los guantes como amarillo, pero siguió en la Casa como ojeador. Era fácil verlo salir con su bolso de viaje, bien pertrechado con sus puros, en busca de jugadores para la Unión Deportiva. Artífice de las contrataciones de los Carnevalli, Wolff, Brindisi y Morete, entre otros, realizó un trabajo ejemplar, dentro de la discreción absoluta, siguiendo las instrucciones de Pío XII, donde la mano iz quierda nada tenía que saber lo que hacía la derecha.

    Era un as en la manga que tenía la U.D. Las Palmas para abrir muchas puertas. Una agenda, la de Antonio, cuyo precio era de oro. Ejerció también de Delegado del club, hasta que desde el Cabildo se dio instrucciones al presidente de turno (Luis Sicilia) de acabar con todo lo que eran ex amarillos. Saldrían injustamente Antonio, Germán, Aparicio y más personas, que estaban haciendo una ardua labor en pro del club, pero la orden de arriba fue tajante.

    Pero cada cual deberá responde por sus actos. Lo que más nos entristece ahora es despedir a un amigo, a un hombre bueno, al ver a una esposa Angelita triste, amarga, porque se le ha ido su Antonio, al que tanto quería y que estaba pendiente de él noche y día. Sabíamos que la vida de Antonio se estaba esfumando.. Que sus últimos años han sido muy duros, pero él, como siempre, supo afrontar sus últimos días con la misma gallardía y elegancia que durante toda su carrera profesional. En Gran Canaria, en Lanzarote, en Madrid, y diriamos, que en todo el fútbol español, hoy estamos triste. Antonio: gracias por los momentos de gloria que les ha dado a miles de aficionados al fútbol.