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Opinión

50 horas impecables de García Pimienta

  • ENTRE BASTIDORES
  • 20/12/2023 - 10:31
50 horas impecables de García Pimienta García Pimienta, este martes en la sala de prensa de Barranco Seco (C. Torres)

Manuel Borrego

 

Si se hiciera un cálculo sobre las intervenciones públicas oficiales de García Pimienta desde su llegada a la UD Las Palmas, con un total de 83 partidos cubiertos, se alcanzaría los 3.000 minutos de argumentación del técnico sobre cada asunto del equipo. Ese tiempo es el que aproximadamente ha invertido en ruedas de prensa antes y después de los encuentros; 50 horas de un discurso que, a nuestro juicio, han sido impecable. Ese minutaje se agranda con entrevistas, otras intervenciones en partidos amistosos, momentos puntuales, etc …

 

Cada palabra del máximo responsable de un equipo profesional de fútbol se analiza con un microscopio, se buscan los perfiles del mensaje y se intentan localizar contradicciones futuras si hay nuevos argumentos. Sabe también que lo esperan en el camino. Eso ocurre en todas partes. Pero no; Pimienta no ha cometido en sus valoraciones un solo error que genere un deterioro al club o a quienes confeccionan su plantilla, ni un pero público a un jugador, no ha abordado o generado una polémica arbitral, tampoco ha suscitado un menosprecio al rival, ni un contrasentido teórico o una salida inapropiada. Ni tan siquiera una excusa escapatoria. Para todas las preguntas ha tenido un ‘resto sobre la línea’. Y eso que ha opinado sobre los derbis (siempre con lápices afilados para sacarle punta), sobre momentos deportivos desafortunados o situaciones de juego que merecían una valoración radical. García Pimienta tiene nota sobresaliente en esa materia y se muestra en su colectivo como ejemplo para colegas de profesión que quieran prosperar sin convertirse en personajes virales.

 

Lo presuntamente polémico de sus casi dos años en la entidad fue decir “no hablo de Jonathan Viera” … pero, efectivamente, nada dijo. Presidió en su comportamiento la elegancia, el buen gusto sin caer en el ‘locoplayismo’ tan tópico en comportamientos que bien se conocen en nuestras islas.

 

Pimienta ha sido, en ese sentido, un entrenador impecable con la palabra. Su entrenamiento en filiales del FC Barcelona fue académico a más no poder. Lo ha sido tanto como a nivel táctico para decidir qué es lo mejor para la salud clasificatoria de la UD Las Palmas, su principal función. Porque cada una de sus decisiones han ido dirigidas a lograr el mejor rendimiento colectivo e individual de sus futbolistas.

 

Con esos métodos deportivos y su manera de interpretar el banquillo ha conseguido que en 23 meses de labor la UD Las Palmas pasara del noveno puesto de Segunda División al noveno de la máxima categoría. Por el camino, una colección de registros que hablan de un equipo al que ahora mismo no se le ve una frontera y cuyos jugadores son irreconocibles en muchos casos (a mejor) en relación a los que actuaban en el club antes de su llegada.

 

Buen juicio, conocimientos, trabajo en grupo o sentido común; como quieran. Y madera noble de un líder de grupo del que se toman notas en muchos despachos. Alguien dijo una vez que en el mundo del fútbol actual lo más difícil es la normalidad basada en la coherencia. Pimienta, a nuestro juicio, lo está logrando. Y sin duda leyó bien el mensaje que recorre las paredes de toda UD Las Palmas: "Ninguno de nosotros es mejor que todos juntos".