Manuel Borrego

La magnífica racha de la UD Las Palmas en los últimos cinco partidos (cuatro victorias y una derrota), con el decoro del reciente triunfo sobre el Atlético de Madrid, modifica la perspectiva que podría haber en la Liga. De equipo Cenicienta a convertirse en un coco del campeonato de Primera División. Eso parecen interpretar en algunos destinos donde antes de cruzarse con los amarillos de García Pimienta recuerdan lo difícil que es marcarle un gol a Valles, la alta capacidad de tenencia de balón y lo envolvente que resulta el fútbol grancanario.

Incluso se ha llegado a utilizar el verbo marear para valorar lo que ocurre a los adversarios cuando tienen que correr tras el balón en botas de los amarillos. El plan A, posiblemente el único, funciona. Y quizá todo ello teme Osasuna, en su reino navarro, donde este sábado estará el siguiente escollo que se oponga a la UD Las Palmas.

Pero ha llamado la atención el mensaje que emite el técnico García Pimienta antes del desplazamiento a El Sadar. “Si no estamos al 100%, Osasuna nos aplastará”. Así de contundente lo expresa el técnico, que habría podido observar durante la semana la necesidad de no levantar el pistón del juego.

Porque, además, de nuevo el estilo de fútbol-control de los amarillos se enfrentará a un rival con más juego directo, que intentará imponer el músculo al delicado tacto al esférico. Osasuna, como afirma Arrasate, quiere ganar el partido para irse a la ventana FIFA con deberes hechos. Pero no saldrá a tumba abierta porque ahí podría tener todas las de perder.

No parece que tenga muchos motivos García Pimienta para alterar el once que tanto le gustó frente al Atlético de Madrid. Apenas modificó el técnico de la UD la convocatoria, valorando más el estado de mejoría física de Sandro Ramírez que el deseo de volver de Jonathan Viera. Sin el 21 también hay vida, aunque no se debe olvidar que en sus últimas actuaciones fue un jugador eruptivo saliendo desde el banquillo. Posiblemente no existe ahora en la Liga un jugador reserva de tanta calidad y capacidad de ser jugador trascendente en la Liga.

Para ganar o puntuar en Pamplona, García Pimienta que no quiere pamplinas, que no existan argumentos de baja tensión o de baja concentración en un partido donde la UD puede seguir observando que el horizonte en el deporte profesional es infinito. Y cualquier destino también se puede alcanzar.