Manuel Borrego

El consejo de la UD Las Palmas confirmó este jueves la dimisión de su cargo del miembro de la institución e historiador oficial del club, Antonio de Armas, después de casi tres décadas de ardua labor de reconstrucción de la historia futbolística amarilla.

En este periodo De Armas ha vivido en el seno de la entidad, entre otros acontecimientos, los últimos tres ascensos a Primera División, manteniéndose en el cargo de consejero en la extensa etapa presidencial de Miguel Ángel Ramírez.

Hombre ligado de por vida al deporte de Gran Canaria y a la Unión Deportiva Las Palmas, deja un legado notable en la recopilación y sondeo de la documentación del club representativo incluso desde antes de su fundación. Diversos libros de historia, contada por él mismo y por protagonistas, y especialmente volcado en dar luz a la obra de Juan Guedes, forman parte de la colección literaria que eternamente llevará su firma.

De igual forma, De Armas se esmeró en la recuperación de valiosos trofeos que a la llegada del actual consejo de la entidad no estaban en las vitrinas de Pío XII. Entre ellos, los correspondientes a los campeonatos de Liga de Segunda División de 1954, 1964, 1985 y 2000, así como a la Copa de España de juveniles ganada por los jóvenes amarillos de Manolo Torres en 1972.

Esta última aportación la pudo realizar gracias a la vinculación de su padre, el neurocirujano Valentín de Armas, con el joyero oficial de la Real Federación Española de Fútbol, a quien se le encargó la elaboración de todas las piezas que se otorgaban en los distintos campeonatos. Y, con el tiempo, De Armas pudo contactar con los herederos de aquella joyería para recuperar los moldes y volver a disponer de alhajas originales.

También es obra de De Armas el retorno del banderín de la Copa del 78, la recuperación de prendas, balones, insignias y un largo etcétera de objetos valiosos que en un futuro podrían formar parte del museo de la UD Las Palmas.

La nota de agradecimiento de Antonio de Armas, emitida por la UD Las Palmas este jueves:

“Debido a su reconocida discapacidad visual - degeneración macular - que le impedía el desarrollo normal de sus actividades laborales en la institución, ha pedido voluntariamente su dimisión en la entidad.

Nos transmite que hagamos extensiva su perenne deuda de gratitud hacia todas aquellas personas, vinculadas o no al club, que le hayan ayudado en el ejercicio de su labor.

El Consejo de Administración de la UD Las Palmas agradece profundamente su plena y desinteresada dedicación a la institución, deseándole toda clase de suerte en el futuro”.