Héroes de 2022-23 (10)

La pirueta más difícil de García Pimienta

Manuel Borrego

 

Apenas ocurrió hace unos meses, aún en proceso de afianzar la candidatura de la UD Las Palmas al ascenso a Primera División, cuando Luis Helguera dijo lo siguiente: “Necesitamos un entrenador con capacidad y con cultura de (fútbol) base. Me refiero a un entrenador del primer equipo que dé oportunidad a los jugadores cantera. Porque de lo contrario se produce un corte y tendríamos un problema. Si no suben al primer equipo jugadores de la base, el efecto llamada se acaba”.

 

Las palabras del director deportivo de la UD Las Palmas las emitió en febrero pasado, en un episodio de Arquitectos de la Liga Profesional. Y no han perdido estela alguna, porque el propio presidente, Miguel Ángel Ramírez, aún en plena celebración por el séptimo ascenso las respaldó con otro mensaje directo: “Abandonar ahora el proyecto de cantera sería un grave error”.

 

Lo primero que se le va a reclamar a García Pimienta y a los jugadores que salgan a competir en 2023-24 será la permanencia en la máxima categoría, un reto en sí mismo muy complejo, que requiere un planteamiento audaz en todos los agentes participantes. Las Palmas va a salir a competir con una plantilla actual que tiene una oleada de jugadores debutantes en la nueva competición y que en su mayoría proceden de filiales. De ahí, la primera petición del entrenador barcelonés al reclamar al club el acierto en los refuerzos que se contraten.

 

Todo ello no va a necesitar mucha explicación entre los leales del Estadio de Gran Canaria, aquellos que siempre estuvieron ahí y que lo volverán a estar con o sin el paso de día de sol o de borrasca en los marcadores del equipo. Y habrá otro sector que reclamará la confección de plantilla play station, cargada de nombres que despiertan una fantasía futbolística a la que el club grancanario no podría alcanzar por propia coherencia económica. El mercado está como está y las grandes figuras no tienen precios de (fi)saldo.

 

La verdadera pirueta de García Pimienta está en lograr que su equipo mantenga un nivel competitivo que le permita la supervivencia en tabla de los veinte mejores, a la par de mantener las puertas abiertas del Anexo al Estadio de Gran Canaria. En el último apartado tiene una colección de corazones dispuestos a pelear por no defraudar y él mismo ha reconocido que existen motivos para ilusionarse con futbolistas que ha observado en la cadena de producción.

 

La realidad es que, en el primer año y medio de la era Pimienta, el actual entrenador de la UD Las Palmas ha recogido la cosecha de Pepe Mel en la proyección de un grupo generacional que arribó al primer equipo. Y que entre los nuevos valores, Pimienta ha logrado estabilizar a Saúl Coco como uno de los mejores centrales de la recién finalizada Segunda División. El internacional ecuatoguineano ha sido su principal apuesta, aunque se estrenara con Mel, porque otros debutantes con él (Joel, Julen, Joaquín, …) fueron pisadas testimoniales en Copa. De momento.

 

Contentar a todos parece un improbable, porque los resultados son los redactan las prioridades. Como siempre.