Manuel Borrego

Sandro Ramírezno ha necesitado una actuación completa durante su primera temporada en la UD Las Palmas, que ha tenido el condicionante de las intermitentes lesiones, para convertirse en el jugador más buscado por los aficionados amarillos. Y posiblemente el más felicitado por sus propios compañeros.

Porque el canterano grancanario, que hizo tránsito en la Masía, acabó la liga del séptimo ascenso como pieza determinante en el mes decisivo de la competición. Y así se lo ha reconocido la propia Liga Profesional, valorando sus cuatro goles en los momentos en que la UD Las Palmas dio el paso definitivo hacia la cima del ascenso.

Sandro es nuevo socio de Jonathan Viera. Otro de esos futbolistas con los que el capitán grancanario se entiende bastando una sola una mirada. Su calidad ofensiva está lejos de cualquier incógnita y, sobre todo, esa pegada al balón que lo hace diferente al resto de los atacantes de la categoría.

El ariete grancanario necesitó menos minutos (1.211) que Viera (2.534) y Marc Cardona (2.055) para compartir el triángulo de los 7 goles como primera referencia ofensiva del equipo, tantos que condimentan 15 puntos logrados en esos partidos. Añadió 3 asistencias a sus compañeros. Fue el único goleador esta temporada en lanzamientos de faltas, ¡y en qué momento (Éibar)!.

Aunque el dato que mejor puede ilustrar la vocación goleadora de Ramírez es que intentó el gol en 44 ocasiones en esos periodos temporadas de 21 encuentros. 25 disparos fueron bien dirigidos a portería, con una calidad de Primera en su potencia y precisión.

La UD Las Palmas ya tenía claro desde septiembre de 2022 que la continuidad de Sandro en el equipo se iba a llevar a cabo, tanto como equipo de Segunda División como finalmente lo fue en Primera. El millón de euros lo justifican esos goles tan determinantes que cambiaron la cara a toda una isla. El de Ipurúa, quizá, el de mayor calado porque fue la bisagra última que giró en la dirección esperada.

El emblemático 9 seguirá en su espalda.