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El partido del sábado

El pequeño Maracaná tiene la última palabra

A la UD Las Palmas le espera un duro trabajo para puntuar ante el experto Alavés, que se disfraza de víctima con intenciones de dar un zarpazo

  • CRÓNICAS
  • 26/05/2023 - 18:29
El pequeño Maracaná tiene la última palabra

 Manuel Borrego

 

Si hubieran diseñado antes del inicio de la Liga un último día final más apasionante, no habrían encontrado mejor argumento que el presentado para la última jornada de la Segunda División 2022-23. Hay abiertos dos billetes directos hacia la Primera División entre cuatro candidatos posibles. Y existen otras dos plazas de promoción por definir, con las respectivas posiciones finales aún por resolver. Todos estos logros tienen importancia, porque tres de los seis equipos involucrados saldrán en dirección a la máxima categoría.

 

Si la afición de la UD Las Palmas hubiese tenido en agosto pasado la posibilidad de incluir el nombre del equipo amarillo involucrado en esta fecha decisiva, sin duda habría votado de manera unánime a favor de este episodio. Aunque tiene un regalo extra: cualquier cosa que pueda suceder lo vivirá en primera línea, en casa y a su alcance los mayores premios posibles del día.

 

Es la cuarta vez en la historia del club en que un día del juicio final tiene lugar en la isla. En 1951 hubo algarabía amarilla después del 4-1 frente al Málaga; en 2014 el ascenso estuvo muy cerca, pero se lo llevó el Córdoba. Y en 2015, Las Palmas de Gran Canaria volvió a llenarse de felicidad con el 2-0 al Zaragoza.

 

La única nota en común en los precedentes es que, con la etiqueta de anfitrión, las posibilidades de la UD Las Palmas fueron infinitas. Pero hay que cerrar el círculo, que a falta de 90 minutos está incompleto. Y lo único que puede hacer la afición en un día tan decisivo es poner todo su aparato anímico a disposición para que los jugadores de García Pimienta no decaigan en momento alguno, para sumar el punto o puntos que alcancen el objetivo.

 

Será un partido con dos claros estilos de juego, aunque con inquietante respuesta inicial del Deportivo Alavés, cuyo premio por la victoria también es el ascenso. Los actores vitorianos no se han ocultado al hablar de acudir a la sala judicial con calma, esperando que la otra parte caiga en un error que poder aprovechar. Y luego, manejar los nervios.

 

Si Las Palmas tiene a su lado el factor campo y ambiente, al margen del propio fútbol de los Pimienta boys, el Alavés cuenta en sus filas con técnico y jugadores expertos en este tipo de partidos. Siete de los miembros de su plantilla, además del propio García Plaza, acumulan saltos a la Primera División y conocen bien el camino y sus obstáculos.

 

No hay incentivo mayor y los técnicos tampoco tendrán problemas en elegir a once jugadores que pelean por las respectivas causas. En la UD Las Palmas, Pimienta podría repetir el once de la pasada jornada en Cartagena. Aunque se lo pondrán fácil todos: Nadie quiere perder el día en que pueden pasar a la gloria eterna. En la antesala de ese momento se encuentran.

 

En 2015, cuando el brasileño William José iba a saltar al Estadio de Gran Canaria como jugador del Zaragoza en la promoción, se percató que había un océano amarillo en las gradas alentando a los jugadores de Paco Herrera. "Creí que era el estadio Maracaná", comentó a preguntas de Tinta Amarilla semanas después cuando se incorporaba al proyecto de la UD. Ese escenario tiene que volver a ser este sábado el lugar del juicio final. Y será con duro trabajo ante un rival que se ha disfrazado de víctima.

 

 

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