Obituario

Palacio Vera, cronista de la era de oro del voleibol grancanario

Fue jugador, árbitro y periodista en la mejor etapa del deporte que lo cautivó durante toda su vida

Manuel Borrego

 

El domingo 21 de mayo nos despierta con la triste noticia del fallecimiento de Manolo Palacio Vera, estimado compañero y viajero de la información deportiva durante décadas.

 

Manuel Jerónimo Palacio Vera era natural de Las Palmas de Gran Canaria (21 de septiembre de 1958). Su primaria vinculación profesional fue en el profesorado de EGB y Formación Profesional, ejerciendo en diversos centros de la capital grancanaria. Hace unos meses se había producido su jubilación.

 

Pero su gusto y vinculación por el deporte a través del voleibol le llevó a colaborar en los medios de la capital, iniciándose en El Eco de Canarias en los años setenta.

 

Desde allí, pasó a firmar en la sección de deportes del Diario de Las Palmas, a las órdenes de Luis García Jiménez, escribiendo en aquellas columnas del desaparecido rotativo durante una década sobre las competiciones de balón-volea, como entonces se le denominaba.

 

Desde 1987, Palacio Vera fue el hombre del voleibol en el periódico La Provincia, con Antonio Lemus en su jefatura deportiva, y más tarde José Hernández Viera. Quizá entonces no sabía que iba a narrar en el rotativo la etapa dorada del voleibol grancanario con aquellos memorables años del Guaguas Las Palmas, presidido por Juan Ruiz.

 

De igual forma, Manolo Palacio también colaboraba con la Agencia Efe en la capital grancanaria, cubriendo incluso otros deportes como las competiciones del fútbol regional.

 

Su ciclo como especialista deportivo se prolongó en La Provincia hasta comienzos del nuevo milenio.

 

Palacio se caracterizaba por su rigor informativo, siguiendo pautas de la escuela tradicional de informadores severos en la precisión de la noticia. Puntual, inflexible y ordenado en todo trasladaba esa manera de ver la actualidad en sus crónicas y trabajos periodísticos. Nunca tuvo el ‘no’ ante cualquier reto, porque su vocación por servir a los demás estaba por encima de todo.

 

Aderezaba todo ello con otra labor paralela en el mundo del voleibol, ya que Palacio Vera también había ejercido como jugador (fue declarado en 1979 como el mejor provincial con el JAV Olímpico) y más tarde como colegiado en este deporte que tanto le había cautivado, dirigiendo partidos de la División de Honor femenina de la época en los años ochenta y noventa.

 

Su velatorio tiene lugar este domingo en el Tanatorio San Miguel, sala 103. Desde Tinta Amarilla trasladamos nuestro más profundo pesar a todos sus familiares y amigos.