Opinión

Ni los técnicos tienen una explicación

La loca Liga de Segunda 2022-23 lleva una trayectoria impredecible con argumentos dispares de los entrenadores, buscando la mejor respuesta de los equipos candidatosHabl

Manuel Borrego

 

Hablan los protagonistas de banquillo:

 

Paco López, entrenador del Granada: “Hemos llegado a poner en el vestuario audios a los jugadores con el himno del equipo cantado a chapela por nuestros aficionados. Hasta ese punto hemos llegado para intentarlo”

 

García Plaza, preparador del Alavés: “La primera parte que hicimos en Albacete no me ha gustado, pero en la segunda hemos tenido personalidad y al final hemos conseguido empatar. Les he preguntado a los jugadores en el descanso que qué era lo que pasaba. No he tenido respuestas para ello”

 

Gaizka Garitano, técnico del Éibar: “El equipo domina, llega, pero nos falta el gol, que es lo más importante en el fútbol. No lo tenemos. Mi equipo lo pone todo en el campo”

 

Javi Calleja, técnico del Levante: “Y nosotros necesitamos más recursos arriba, más valentía y quitarnos ese miedo que hay en el equipo” (…) “Tenemos que reflexionar. No es suficiente lo que estamos haciendo, ni mucho menos. Llevamos todo el año con unas carencias (en ataque) muy grandes. Nos está penalizando mucho, nos hace no dar el paso”

 

Ni los técnicos de rivales directos de la UD Las Palmas tienen una explicación cierta a la loca Liga de Segunda División 2022-23. Hace unas semanas decíamos en estas mismas columnas digitales que “no están para tirar voladores” los conjuntos aspirantes al ascenso por sus dos vías. Quizá sí el Albacete, que ha enlazado cinco partidos sin perder … aunque después de otros cinco sin ganar.

 

El propio García Pimienta lamentó las oportunidades malogradas, especialmente en casa, sin encontrar explicaciones ciertas del por qué Las Palmas había pasado de brindar 21 porterías a cero, colocarse en la cúspide en la clasificación, y cosechar algunas penalidades a través de empates y derrotas. Algunas muy significativas.

 

Pero todo está por decidir y los amarillos, en este ambiente de incertidumbre inédito en la Segunda División, tienen sus aspiraciones intactas antes de los 180 últimos minutos del campeonato regular. La realidad es que lo realizado durante tantos meses está por finiquitar. Pero mejor escenario que el actual no se ha presentado desde el año 2000, ni siquiera en el ascenso de Paco Herrera en 2015.

 

Unos alegan la falta de gol, otros el miedo -palabra que utilizó también Jonathan Viera- y los hay que hablan del nerviosismo y hasta de la mala suerte. Hay quienes echan cuentas con el arbitraje y el VAR, pero lo cierto es que la Liga sigue tan abierta aunque solo seis (siete si agranda sus opciones Cartagena) están en las puertas de la gloria. Tres la cruzarán y otros tres (o cuatro) se van a acordar de esta Liga loca, loca, loca, …