La previa

"Empieza la guerra y a ella vamos todos; ¡Arriba d'ellos!"

La plantilla de la UD Las Palmas afronta los seis partidos finales de asalto a Primera División con la oportunidad de "ser eternos" o morir en el intento

Manuel Borrego

 

“Empieza la guerra y a ella hemos de ir todos; ¡Arriba d’ellos!”. Esa es la frase que Sergio Kresic emitió en su regreso a la UD Las Palmas, para abordar el inicio de la temporada 2010-11 en segunda etapa. El entrenador hispano-croata sabía de lo que hablaba. Puso en sus palabras pintura de combate porque se trataba de ellos.

 

Sus palabras estaban cargadas de vivencias en un club que había marcado su prolongada etapa profesional en los banquillos. Porque nada de lo que había disfrutado en otros lugares donde también logró el éxito personal tuvo el calado de lo que ocurrió en la isla. Pasado el tiempo, a quien firma esta crónica previa, Kresic llegó a confesar que había comprobado que “ascender con Las Palmas no es cualquier cosa”.

 

Kresic es hoy uno de esos héroes eternos de la UD Las Palmas, de la afición de grancanaria, de la isla e icono de una manera de interpretar la vida. Fue el penúltimo entrenador que saboreó la gloria, porque años después ese mismo mensaje lo pronunció su colega Paco Herrera cuando metió a toda Gran Canaria “en una guagua”. El técnico de 2015 tenía también una colección de logros a sus espaldas, pero en su nueva casa insular pudo comprobar el grado de felicidad que pudo ver en los ojos de los aficionados que con él bailaron tras el 2-0 al Zaragoza. "Ascender con Las Palmas fue algo muy especial".

 

Cuando a la gente de la Unión Deportiva Las Palmas se le menciona los nombres de Kresic o Herrera, por solo citar a los más actuales entre los que llevaron al equipo a Primera División, una sonrisa aparece en el rostro de una hinchada que sufre y sabe sufrir, pero que no les olvida. El agradecimiento es eterno.

 

En la antesala de todo ello está la actual plantilla de la UD Las Palmas, con corazones que crecieron en su cadena filial desde los orígenes, con los que se unieron en el camino para ser profesionales o con los que se han incorporado para ayudar en el proyecto. Todos ellos, empezando por el propio García Pimienta, están en la puerta de embarque para ser también eternos y para terminar un trabajo por el que tanto llevan luchando con obras correctas.

 

Seis partidos, para empezar. Seis, que podrían alcanzar a ser diez. Y seis que empiezan con un Levante UD que aterriza en Gran Canaria proclamando a los cuatro vientos el saber cómo derrotar a un equipo que ha sido protagonista estelar del vigente campeonato. 18 puntos separan a la UD Las Palmas de la gloria, con o sin Viera, con o sin Vitolo. Ninguno lo podría lograr en solitario, sino todos juntos siendo mejores.

 

Esa primera cita tiene lugar ante el mencionado Levante. La batalla no consiste en un juego de errores, sino en una lucha constante. Porque, también lo dijo Kresic. “Lo único que prometo es que todos los que estamos en el césped nos dejaremos la piel por este equipo”.

 

Sus mensajes son válidos también hoy como entonces. En manos de la actual plantilla está la eternidad.