Y tras el récord ...

La UD multiplica por tres su fragilidad defensiva

Manuel Borrego

 

A la UD le ha sentado mal uno de sus récords de la vigente temporada. En el momento en que Fran Sol anotaba de penalti para el Málaga el primero de los goles de las seis últimas jornadas quedaban atrás los 597 minutos de imbatibilidad amarilla. Y por el camino, 19 porterías a cero durante la temporada en 30 jornadas disputadas.

 

Todo iba sobre ruedas, pero la maquinaria defensiva de la UD Las Palmas ha empezado a desencajarse. Es el principal problema que tiene ahora el conjunto de García Pimienta, que ya habla de errores que matan.

 

Es cierto, porque por momentos recientes esta UD hace recordar a la vulnerabilidad de la etapa de Pepe Mel. Lo que condenó finalmente la gestión del antecesor en el cargo técnico no estaba relacionado con el modelo de juego ofensivo o las cualidades defensivas, sino con la fragilidad defensiva. Léase, promedios de 1,42 goles por partido en 2018-19, 1,09 en 2019-20, 1,26 en 2020-21 y finalmente hasta su relevo 1,3 en 24 partidos de 2021-22.

 

El giro defensivo de la UD Las Palmas es realmente alarmante, como para hacer recapacitar a los actuales gestores técnicos. Ha pasado de 0,5 goles en contra por partido en las 30 primeras jornadas a ¡1,8! en las seis siguientes: 2 del Málaga, 4 del Tenerife, 1 del Sporting, 1 del Albacete, 1 del Oviedo y 2 del Granada. En total, 11 tantos en contra en una franja de 540 minutos. Es decir, prácticamente ha multiplicado por tres su fractura en retaguardia.

 

Y en todos ellos, hay méritos rivales y explicaciones que dar a nivel defensivo. Hace unas fechas hablábamos en esta misma ventana informativa que la clave del éxito que estaba cosechando esta temporada el equipo amarillo estaba más en su solvencia general para defender que en el talento ofensivo, que lo tiene a raudales. Pero si lo uno se descuida, lo otro puede acabar por enfermar.

 

Quedan otros 540 minutos de campeonato regular para sellar el destino del equipo esta temporada, con vía muy factible por el play off y opciones importantes para el ascenso directo. Pero si no arregla el cuidado de la despensa, al camarón se lo puede llevar la corriente.