Publicidad

Dos registros lo confirman: Las Palmas no fue Las Palmas

  • EL OTRO PARTIDO
  • 19/03/2023 - 19:30
Dos registros lo confirman: Las Palmas no fue Las Palmas Moleiro y Cardona, en el Heliodoro (UDLP.es)

Manuel Borrego

 

Son los propios jugadores y técnicos de la UD Las Palmas los que han puesto los puntos sobre las íes en el primer análisis pospartido del más nefasto resultado en los derbis disputados en Santa Cruz: “No fuimos nosotros mismos”, dijeron.

 

Esas primeras palabras representan el reflejo de lo que ellos mismos vivieron sobre el césped del Heliodoro Rodríguez, con el gol más rápido en la historia de los clásicos de rivalidad canaria firmado: 15 segundos tan solo para que Enric Gallego colocara el balón en las redes de Valles. La celebración, jolgorio y ceguera también en la Sala VAR. Porque se comete una falta sobre Eric (Elady se olvida del balón para chocar con el defensa y evitar que llegue al cruce). Pero ese pataleo no corresponde en el análisis.

 

Cuando técnicos, capitán y futbolistas dicen que no fueron ellos mismos, hay que buscar esa afirmación en datos concretos. Y así, se detecta que en dos registros del partidos hay una obviedad sobre la imagen irreconocible del equipo que hasta un par de semanas era líder de la competición. Léase:

 

Faltas cometidas: 6. Es el número más bajo en 32 encuentros del vigente campeonatos, solo repetido en la primera vuelta contra el Cartagena. Sirva como referencia mayor las 22 al CD Tenerife en el 3-1 del Estadio de Gran Canaria.

 

Disparos a puerta: 6. Es también el más dato más escaso a nivel ofensivo, que iguala a los de la primera vuelta frente al Oviedo y Alavés. Nada que ver con los 26 en la visita al Sardinero o los 26 también de la recepción del Ibiza. O los 24 al Albacete, 23 al Lugo, 21 a la Ponferradina, …

 

Las Palmas no fue Las Palmas. Es cierto. Y no está en algunos aspectos de inspiración como Las Palmas de toda la temporada. Toca tomar aire, comprender y, como bien dice el propio García Pimienta, rescatar la confianza en los remeros que llevaron la nave hasta aquí. Porque lo pueden repetir.