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Opinión

No es cómo ataca; la clave es cómo defiende

  • EL OTRO PARTIDO
  • 12/03/2023 - 19:45
No es cómo ataca; la clave es cómo defiende Jonathan Viera lamenta el gol malogrado ante el Málaga, en el tiempo extra (C. Torres)

Manuel Borrego

 

Una propuesta de juego como la de García Pimienta y la UD Las Palmas, que alcanza la decena (+1) final de encuentros en posición de ascenso directo, maneja una colección de claves a lo largo del ejercicio. No es casualidad que sea el equipo que más veces ha disfrutado del liderato de la Segunda División esta temporada. Y los por qué muchos analistas lo estiman candidato al ascenso directo están asociados a esa regularidad en las alturas de la cordillera.

 

Pero, siendo así, los principales datos del año completo de García Pimienta no evolucionan por la manera de atacar de sus jugadores; la clave es cómo defiende el equipo. Esos datos son numéricos y sintetizan todos los debates: equipo menos goleado, 19 porterías a cero de 31 posibles, portero aspirante al Trofeo Zamora, racha histórica de 518 minutos imbatido como equipo (récord del club), etc …

 

Lo que ha llevado a la UD Las Palmas hasta aquí ha sido su consistencia defensiva, con la fórmula de atrapar el balón y negárselo como herramienta de ataque a sus rivales en la mayoría de los minutos de los encuentros. Y esa es la llave del éxito, porque el talento para encontrar la portería rival aparece en cualquier momento y en cualquier lugar.

 

Del partido último contra el Málaga no sorprendió el resultado, porque el conjunto andaluz tiene potencial suficiente para puntuar en feudo de uno de los mejores equipos en condición de local. Lo inesperado fueron las dudas generadas tras el 1-1, las pérdidas en el inicio de las jugadas y la relajación (¿) en el tanto del empate. Tanto hablar durante la semana del peligro goleador de un cuarentón con alma juvenil como Rubén, que fue el más joven de los andaluces el que deshizo el hechizo en el Gran Canaria.

 

Esta vez no hubo postes, ni abundantes intervenciones del portero rival (que también apareció para evitar el 3-2 a Viera), … Un equipo con tanta concentración durante tanto tiempo puede permitirse un desliz, que quizá ha causado más impacto entre algunos aficionados que en la propia clasificación. Pero es también el 2-2 puede ser una llamada al orden para los propios amarillos y el técnico justo antes de uno de los partidos que no requieren explicar lo que valen sus puntos. El doloroso momento del fin de semana, con el gol que paró una fiesta, no puede distorsionar la manera de hacer las cosas. Lo que bien funciona, no se toca. ¡Oyeron, amarillos!.